Un grupo de perros demacrados yacen acurrucados dentro y alrededor de un patio amurallado y cubierto de ceniza aislado por la lava volcánica en la zona montañosa de Todoque, en la isla española de La Palma, hasta que un dron aparece en el cielo para dejar caer paquetes con comida y agua.
Los perros levantan la cabeza para mirar y se acercan a los paquetes, que abren con sus dientes y patas para tomar los alimentos que tanto necesitan, según muestran las imágenes de un dron facilitadas por una de las empresas encargadas de la operación.
En un comunicado, el Cabildo de La Palma agradeció a las dos empresas locales -Ticom Soluciones y Volcanic Life- la labor de alimentación de los perros durante los últimos cinco días. Están decididos a continuar mientras las condiciones de seguridad y las meteorológicas lo permitan.
Las empresas han sido asesoradas por veterinarios que eligen los alimentos y deciden las porciones adecuadas a la situación.
El ayuntamiento palmero dijo a Reuters que los helicópteros no pueden volar en la zona debido al aire caliente que emana de la lava y la ceniza volcánica, que puede dañar los rotores de las aeronaves, por lo que los perros no pueden ser trasladados por aire por el momento.
En otro lugar de La Palma, varias personas instalaron un refugio de animales improvisado en el patio de un colegio para albergar a cientos de mascotas que se quedaron sin hogar cuando sus dueños huyeron del volcán Cumbre Vieja, que entró en erupción el 19 de septiembre.
Sin que se vislumbre el fin de los flujos de roca fundida que han arrasado casi 600 hectáreas y unos 1.200 edificios en la isla canaria, y que han obligado a la evacuación de miles de personas, las autoridades ordenaron el martes a otros 700 residentes que abandonaran sus hogares.