Misterio en la NASA: Voyager 1 envía extraños datos desde el espacio

La NASA anunció que la nave Voyager 1 presenta una falla insólita y está enviando datos muy misteriosos a la Tierra.

21 de mayo, 2022 | 13.59

La NASA anunció que está recibiendo datos muy misteriosos provenientes de la sonda espacial Voyager 1, creada hace 44 años. Esta nave recolecta información y la envía a la Tierra con el fin de dar respuesta a múltiples investigaciones. Sin embargo, ocurrió un problema que desconcierta a los expertos.

De acuerdo con los científicos, Voyager 1 continúa enviando comandos pero hay una falla misteriosa en las lecturas del AACS, un sistema de control, por lo que resulta imposible rastrear el punto del espacio en el que se encuentra. Dada esta situación, los datos que se reciben son no coinciden con la posición real de la sonda. Además, tampoco transmite información sobre lo que está sucediendo a bordo de la nave.

“Un misterio como este es normal en esta etapa de la misión Voyager”, expresó la gerente de Voyager 1 y 2, Suzanne Dodd, a través de un comunicado de la NASA. Actualmente, la nave se encuentra a 23.300 millones de km de la Tierra y sigue alejándose a más de 61.000 km por hora.

Lo extraño de todo esto, según explicó Dodd, es que a pesar de las fallas, la antena sigue perfectamente orientada hacia la Tierra, por lo que no se activó el “modo seguro” que se activa automáticamente cuando la nave empieza a fallar. “Estas naves espaciales tienen casi 45 años, mucho más de lo que anticiparon los planificadores de la misión. También estamos en el espacio interestelar, un entorno de alta radiación en el que ninguna nave espacial ha volado antes”, señaló la experta. 

En este sentido, destacó que “hay grandes desafíos para el equipo de ingeniería”, pero que esperan poder identificar el problema pronto. Sin embargo, también existe la posibilidad de que esa falla nunca se llegue a identificar.

Nueva teoría: el universo podría haber sido creado por OVNIS

Recientemente, el científico Abraham Loeb, Director del departamento de Astronomía de Harvard, postuló una teoría de que el universo podría haber sido creado por una civilización superior en algún laboratorio ubicado extremadamente lejos de la Tierra.

De acuerdo con esta teoría, existiría una civilización de OVNIS capaces de fusionar la mecánica cuántica y la gravedad para producir “universos bebés”, es decir, universos más pequeños controlados por ellos mismos y capaces de crear vida.

“Dado que nuestro universo tiene una geometría plana con una energía neta nula, una civilización avanzada podría haber desarrollado una tecnología que creara un universo recién nacido de la nada a través de un túnel cuántico”, argumentó Loeb en un estudio publicado por Scientific American.