Un momento sumamente tensionado fue protagonizado por dos fuertes potencias del espacio exterior a nivel mundial. Se trata de la NASA y China, quienes mantienen una dura interna respecto al estudio de investigación sobre la Luna y la agencia espacial de Estados Unidos sostuvo que se quiere quedar con ella.
Tanto la NASA como China se encuentran en pleno proceso de investigación de la actividad en el espacio exterior. En primera instancia, ambas partes llevan adelante un estudio en Marte con el objetivo de enviar las primeras muestras de roca a la Tierra. En esta oportunidad, una situación vinculada a la Luna desató la polémica.
Hay nueva carrera espacial para llegar a la Luna y esto incomodó a la agencia espacial de Estados Unidos. Tan es así, que Bill Nelson, su director rompió el silencio y brindó detalles al respecto en diálogo con el medio alemán Bild: "China tiene intención de construir una base en la Luna junto con Rusia con vistas a apoderarse del satélite natural".
A su vez, Nelson añadió que esta interna es "similar a la que protagonizó con la Unión Soviética durante la Guerra Fría. "Debemos estar muy preocupados de que China aterrice en la Luna para decir: ahora es nuestra y ustedes no se pueden venir", remarcó.
La búsqueda de China es construir su propia base lunar junto con Rusia, para finalizarla en el año 2035. Como consecuencia, podrán experimentar allí a partir del 2036 y el director de la NASA sumó una dura acusación sobre los objetivos del país asiático: ""Bueno ¿qué creé usted que está pasando en la estación espacial china? Allí aprenden a destruir los satélites de otros".
Este momento de plena tensión e internas continuará por tiempo indeterminado, dado que ambos llevan adelante investigaciones similares y en simultáneo. "El programa espacial de China es un programa espacial militar. También es buena porque roba ideas y tecnología de otros", sentenció Nelson.
Internas entre China y la NASA por un estudio en Marte
China y la NASA llevan adelante un importante estudio en simultáneo que está vinculado con Marte. Al respecto, se informó en qué estado se encuentran y los detalles revelaron una fuerte interna entre el país asiático y el organismo aeroespacial.
Por un lado, la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) demostró el año pasado que tiene la tecnología para llegar a Marte y desplegar un rover -vehículo de exploración espacial- en la superficie. Devolver muestras a la Tierra requiere varios pasos adicionales tales como volar el material al espacio en un vehículo de ascenso, transferirlo a una nave espacial con destino a la Tierra, viajar de regreso a la Tierra y liberar una cápsula que contenga las muestras para el descenso final al suelo. "La nueva estación espacial abrirá nuevos horizontes a medida que los humanos buscan aprender más sobre el cosmos", afirmó el presidente de China, Xi Jinping.
En tanto, la NASA tiene a Perserverance, un robot que anda disperso por Marte recolectando todo tipo de información bajo el mismo objetivo. Ya obtuvo información sobre suelo marciano de otras áreas de interés y durante su exploración del delta, se espera que reúna ocho muestras adicionales. El material será devuelto a la Tierra en la misión que comparte con China, lo que permitirá a los científicos utilizar potentes equipos de laboratorio para confirmar si alguna vez existió vida en el planeta distante.