Hace ya casi dos años, el agujero negro supermasivo que se encuentra en el centro de la galaxia fue fotografiado por primera vez gracias al proyecto Telescopio del Horizonte de Sucesos (EHT, por sus siglas en inglés). Esa primera imagen fue solo el comienzo de un trabajo por el que los especialistas descubrieron cómo se veía un agujero negro. Pero gracias a las observaciones de diversos telescopios ubicados en distintas partes del mundo, los científicos obtuvieron nuevas imágenes sin precedentes.
Los datos recopilados por 19 distintos observatorios de todo el mundo fueron publicados esta semana en la revista especializada The Astrophysical Letters dan una visión sin igual del agujero negro supermasivo M87 y su sistema, ubicado a unos 55 millones de años luz de la Tierra. Según los autores, el estudio es un recurso valioso que ayudará a los científicos a entender la física de cómo operan y cómo afectan a su entorno estos impresionantes agujeros negros.
Para poder conseguir esta novedosa visión de la región alrededor del agujero negro, los científicos organizaron una campaña de observación de diversas longitudes de onda, que incluyeron 19 observatorios terrestres y espaciales que trabajaban en rayos gamma, rayos X y luz visible. "Hay varios grupos ansiosos por ver si sus modelos concuerdan con estas ricas observaciones, y estamos emocionados de ver que toda la comunidad usa este conjunto de datos públicos para ayudarnos a comprender mejor los vínculos profundos entre los agujeros negros y sus chorros", aseguró Daryl Haggard de la Universidad McGill, uno de los autores del estudio.
La atracción gravitacional de un agujero negro puede impulsar chorros de partículas a grandes distancias, viajando a la velocidad de la luz. Esto produce radiación electromagnética que abarca todo el rango, desde ondas de radio hasta luz visible y rayos gamma. Los resultados arrojados por cada telescopio de la campaña de observación revelaron estructuras que los expertos nunca habían visto y el impacto del agujero negro en sus alrededores en regiones que abarcan de uno a 100.000 años luz de diámetro.
A dos años del hito científico que significó esa primera fotografía del agujero negro, los nuevos datos obtenidos permiten obtener una visualización más correcta ya que cualquier imagen con una sola longitud de onda solo brinda una imagen parcial del fenómeno. "Para aprovechar al máximo esta notable imagen, necesitamos saber todo lo que podamos sobre el comportamiento del agujero negro en ese momento mediante la observación de todo el espectro electromagnético", detalló Kazuhiro Hada del Observatorio Astronómico Nacional de Japón, coautor del reciente estudio. El propio especialista calificó a aquella primera imagen del 2019 como "revolucionaria".