El Sistema Solar está compuesto por ocho planetas, cada uno con características únicas, incluyendo las temperaturas que experimentan en su superficie y atmósfera. Estos valores dependen, principalmente, de la distancia de cada planeta con respecto al Sol, cuya temperatura supera los 15.000.000 ºC. A medida que los planetas se alejan de esta estrella, las temperaturas varían considerablemente, desde extremos de calor hasta fríos intensos.
Mercurio y Venus: los planetas más cercanos al Sol
Mercurio, el planeta más cercano al Sol, presenta grandes oscilaciones en sus temperaturas. Al estar tan próximo a la fuente de calor del Sistema Solar, este planeta puede alcanzar máximas de 427 ºC. Sin embargo, debido a su falta de una atmósfera que retenga el calor, Mercurio también experimenta temperaturas extremadamente bajas durante la noche, llegando a mínimas de -183 ºC. La temperatura media de Mercurio se sitúa en unos 166 ºC, lo que lo convierte en un planeta con condiciones climáticas extremas.
Por otro lado, Venus, a pesar de estar más alejado del Sol que Mercurio, es el planeta más caliente del Sistema Solar. Esto se debe a su densa atmósfera compuesta principalmente de dióxido de carbono, que produce un fuerte efecto invernadero. Las temperaturas en Venus pueden alcanzar hasta 499 ºC, aunque en algunos momentos descienden a mínimas de -45 ºC. La temperatura media de este planeta se mantiene en unos abrasadores 463 ºC, haciendo que su superficie sea prácticamente inhabitable.
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La Tierra y Marte: temperaturas más moderadas
La Tierra, siendo el tercer planeta en distancia al Sol, tiene una temperatura mucho más moderada en comparación con sus vecinos más cercanos. Las temperaturas varían considerablemente en función de la región y la época del año, pero en general, el planeta se mantiene dentro de un rango que permite la vida tal como se conoce.
Marte, conocido como el "planeta rojo", tiene un clima que recuerda en ciertos aspectos a los puntos más fríos de la Tierra. La temperatura mínima registrada en Marte es de -87 ºC, similar a las temperaturas de las zonas polares de la Tierra. No obstante, Marte también puede experimentar temperaturas más suaves, alcanzando máximas de 20 ºC, aunque su media se mantiene en torno a los -46 ºC. Estas condiciones hacen que Marte sea uno de los planetas con mayor potencial para la futura exploración y colonización.
Los planetas gigantes: Júpiter y Saturno
Al alejarnos más del Sol, las temperaturas en los planetas gigantes gaseosos como Júpiter y Saturno empiezan a bajar drásticamente. En el caso de Júpiter, la temperatura máxima registrada es de -75 ºC, mientras que la media ronda los -121 ºC y las mínimas pueden descender hasta los -163 ºC. Estas condiciones hacen que Júpiter sea un planeta inhóspito, pero fascinante desde el punto de vista científico.
Saturno, por su parte, muestra una situación similar, con temperaturas que van desde los -73 ºC de máxima hasta los -191 ºC de mínima, y una media de -130 ºC. La composición gaseosa de Saturno y su lejanía del Sol contribuyen a estos valores extremadamente bajos, que se suman a su característica prominente: sus anillos.
Los planetas más alejados: Urano y Neptuno
Urano y Neptuno, los dos planetas más lejanos del Sistema Solar, son los que presentan las temperaturas más frías. Urano, a pesar de su posición, tiene una temperatura máxima de -197,2 ºC, mientras que la media es de -205,2 ºC y la mínima puede llegar a -214,2 ºC. Estas temperaturas lo convierten en uno de los planetas más fríos, con una atmósfera compuesta principalmente de hidrógeno y helio.
Finalmente, Neptuno, el planeta más lejano, es también el más frío del Sistema Solar. Con temperaturas que oscilan entre los -217 ºC de máxima y los -223 ºC de mínima, Neptuno presenta condiciones climáticas extremas. La temperatura media en este planeta es de unos -220 ºC, lo que lo sitúa como el lugar más gélido en nuestro sistema planetario.