Los profesionales de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) comenzaron a trabajar en el rediseño de la campaña para el lanzamiento del satélite argentino de observación de la Tierra SAOCOM 1B, luego de su postergación debido a la pandemia del coronavirus. Por este motivo, a las dificultades propias de la misión le deberán incorporar una serie de protocolos.
El nuevo operativo contempla realizar la puesta en órbita del satélite argentino a fines de este mes, en una ventana de oportunidades de lanzamiento que van del 25 al 30 de julio desde las instalaciones de la empresa SpaceX de Elon Musk en Cabo Cañaveral, Florida, Estados Unidos.“Toda la vida nos preparamos para la campaña, pero en los últimos tres meses tuvimos que prepararnos para algo distinto”, dijo Josefina Pérès, Jefa de Proyecto SAOCOM y afirmó que "el equipo está trabajando con un alto nivel de compromiso y profesionalismo para terminar con el lanzamiento que quedó pendiente".
Cómo son los preparativos para el lanzamiento
La campaña completa de lanzamiento demanda en total unos 40 días. A medida que se acerque la fecha del lanzamiento, las pruebas se irán haciendo más complejas: incluso durante las primeras horas posteriores a la puesta en órbita, también se realizarán tareas clave para el correcto funcionamiento del satélite.
Las principales diferencias en la nueva campaña se relacionan con la necesidad de cumplir con un estricto protocolo por el COVID-19. “Los profesionales que hacemos soporte de ingeniería, y que participamos del desarrollo del satélite, vamos a estar acompañando el lanzamiento de manera remota desde Córdoba, Bariloche y Buenos Aires. Buscamos evitar el contacto estrecho, de manera tal de disminuir la probabilidad de contagio”, afirmó Pérès, y agregó que todas las tareas tienen un titular y un suplente.
Previo a la puesta en órbita, se realizan dos ensayos de lanzamiento. El primero se completó con éxito la semana pasada, simulado por una computadora, con el fin de ejercitar la configuración remota y las comunicaciones en todos los pasos del procedimiento de cuenta regresiva en tiempo real, tal como si fuera el día de lanzamiento.
Los últimos 10 días son muy importantes porque comprenden la integración del satélite con el lanzador y las pruebas conjuntas, que implican a los ingenieros que están en Cabo Cañaveral junto a los que están en Córdoba, quienes van a empezar a tomar el control del satélite una vez que en el espacio se separe del lanzador. Cinco días antes del lanzamiento, los ingenieros argentinos y los de SpaceX realizarán un segundo ensayo de procedimiento, que esta vez va a incluir al lanzador y al satélite.
Una vez que se lance y se separe del lanzador, el Centro de Control de Misión de Córdoba, ubicado en el Centro Espacial Teófilo Tabanera de la CONAE, va a tomar el control del satélite. Se van a comenzar a desarrollar una serie de actividades críticas, que abarcarán cerca de 36 horas, como el despliegue de la antena.“Apenas el satélite detecta que se separó del lanzador, despliega automáticamente el panel solar. Entonces lo primero que se hace desde Córdoba es controlar si los paneles están desplegados. En caso de que la operación no se hubiera desarrollado de manera correcta, se envía un comando para que se despliegue. Los satélites se diseñan para que no tengan un punto singular de falla. Siempre tenemos un plan B por si algo falla”, explicó Pérès.
Una vez lanzado el satélite SAOCOM 1B, estarán completando la Misión SAOCOM, integrada por dos satélites argentinos y otros cuatro de la Agencia Espacial Italiana (ASI), denominados COSMO-SkyMed, que en conjunto forman la constelación SIASGE (Sistema Ítalo Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias). Durante los primeros días, el satélite podrá verse con el soporte de estaciones espaciales externas ubicadas en Noruega, Kenia, Antártida, Islas Kerguelen, Lima, Estados Unidos y Argentina.