El asteroide Apophis, que lleva ese nombre por el dios de la destrucción egipcio, podría chocar con la Tierra, según un estudio de la Universidad de Hawaii.
El astrónomo Dave Tholen y su equipo fueron los encargados de informar los resultados del estudio que estima un posible impacto con nuestro planeta en el año 2068. Los científicos descubrieron en Apophis una aceleración de tipo Yarkovsky, un efecto que modifica las órbitas de los cuerpos celestes por la manera en que estos absorben la radiación del Sol.
Es que los asteroides necesitan volver a irradiar en forma de calor la energía que absorben de la luz del sol para poder mantener su equilibrio térmico. Ese proceso genera cambios ligeros en la órbita de las rocas espaciales. Esto podría provoca el peligro de que en 2068 el "Dios de la destrucción" choque con la Tierra.
Apophis también llegará a un punto próximo con nuestro planeta el viernes 13 de abril de 2029, sin embargo, en esa ocasión "no es posible un impacto con el planeta", según Tholen.
El experto también resaltó que las observaciones fueron "lo suficientemente buenas" para develar la aceleración de Yarkovsky en el asteroide, que se convirte en una alerta para "mantener en juego el escenario de impacto en 2068".
"Antes de la detección de la aceleración de Yarkovsky en el Apophis, los astrónomos habían concluido que un impacto potencial con la Tierra en 2068 era imposible. La detección de este efecto actuando sobre Apophis significa que el escenario de impacto de 2068 sigue siendo una posibilidad", resaltaron desde la Universidad de Hawaii.
Al tiempo que Tholen destacó: "Las nuevas observaciones obtenidas con el telescopio Subaru a principios de este año fueron lo suficientemente buenas como para revelar la aceleración Yarkovsky del Apophis, y muestran que el asteroide se está alejando de una órbita puramente gravitacional unos 170 metros por año, lo que es suficiente para mantener el escenario de impacto contra la Tierra en 2068".
Un asteroide puede chocar en la previa de las elecciones en EE.UU.
La NASA mira con atención el comportamiento de un asteroide que podría impactar en la atmósfera del planeta Tierra el próximo 2 de noviembre, en la previa de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Se trata de un cuerpo celeste que tiene el tamaño de una heladera, una dimensión considerada pequeña para el mundo de los fenómenos espaciales. La NASA estimó que las probabilidades de que el asteroide conocido como 2018VP1 impacte contra nuestro mundo es del 0,41%, sin embargo, se mantienen en alerta.
Más allá de esa posibilidad menor, el divulgador científico Neil de Grasse Tyson aclaró además es es improbable que el asteroide realice daños en caso de impactar. Es que su tamaño facilitaría que se desintegre en la atmósfera antes de tocar el suelo.