Una reciente investigación de distintos científicos del Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH) en Zúrich arrojó nueva información respecto al origen de la Luna. El estudio demostró que el satélite natural de la Tierra heredó gases nobles de helio y neón autóctonos del manto terrestre.
La NASA avanza sin frenos en sus planes para regresar a la Luna en el 2026 con una misión tripulada y a fin de mes probará un nuevo cohete para volver al satélite natural. Mientras tanto, por medio de diversos estudios científicos los especialistas buscan sumar información sobre su historia y cómo nació.
En los últimos días, un grupo de geoquímicos, cosmoquímicos y petrólogos del Instituto Federal Suizo de Tecnología (ETH) en Zúrich publicó una investigación que arrojó nueva información sobre el origen de la Luna. Es que el estudio demostró que el satélite natural heredó gases nobles de helio y neón autóctonos del manto terrestre.
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El trabajo fue publicado en la revista científica Science Advances y se suma a la teoría del "impacto gigante". Esta idea plantea la hipótesis de que la Luna se formó tras una colisión masiva entre un cuerpo celeste y la Tierra. En la investigación, Patrizia Will analizó muestras de meteoritos lunares oriundos de una colección antártica. Se trata de rocas basálticas que se formaron cuando el magma brotó del interior de la Luna y se enfrió rápidamente.
Luego de formarse, quedaron cubiertos por capas adicionales de basalto, mientras que el proceso de enfriamiento provocó la formación de partículas de vidrio lunar. La experta -que calificó como "muy emocionante" el hecho de encontrar gases solaresen materiales basálticos- y sus colaboradores descubrieron que estas partículas conservaron las huellas químicas de los gases solares, helio y neón. En ese sentido, su descubrimiento evidencia que la Luna heredó gases nobles autóctonos de la Tierra.
Las rocas lunares y las de la Tierra presentan sorprendentes similitudes que sugieren un orígen en común, aunque también hay diferencias clave. Es que las piedras del satélite natural tienen una versión más ligera de cloro, lo que hace creer que fue un evento dramático el que separó algo de material. Luego de este estudio, la mayoría de los expertos coinciden en que este evento fue una colisión gigantesca.
El esperado regreso a la Luna
Tras largos años de ausencia en el satélite natural de la Tierra, la NASA estima que su próxima misión llegará después del 2026, así como otras agencias espaciales avanzan en viajes propios. Por eso, el presente estudio suma interesantes alternativas para la exploración de escenarios particularmente hostiles para el humano y uno de los investigadores planteó la posibilidad de un recuerdo a épocas ancestrales para la humanidad en la Tierra. "Los humanos evolucionaron viviendo en cuevas, y a las cuevas podríamos regresar cuando vivamos en la Luna", opinó David Paige, coautor del artículo y responsable de las mediciones de temperatura.