En la agitada vida urbana de Buenos Aires, a veces es necesario tomarse un respiro y buscar un oasis de tranquilidad y disfrute. ¿Qué mejor manera de hacerlo que haciendo una escapada a un viñedo cercano para deleitarse con la experiencia de la cata de vinos y aprender sobre el proceso de elaboración? Sorprendentemente, dentro de la provincia de Buenos Aires, se encuentra una joya vinícola que ofrece precisamente una experiencia ideal en la Finca Don Atilio.
Descubriendo un pedazo de Mendoza en Buenos Aires
La Finca Don Atilio, ubicada en la pintoresca localidad de Uribelarrea, emerge como una opción tentadora para los amantes del vino que desean sumergirse en un entorno vinícola sin tener que viajar largas distancias hasta Mendoza. A tan solo 85 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, este establecimiento familiar ofrece mucho más que solo una degustación de vinos; es una experiencia completa que rivaliza con las famosas bodegas mendocinas.
Una experiencia única en un entorno familiar
En la página web de la finca, se describe como "una pequeña empresa familiar que estamos desarrollando un viñedo y bodega… Nuestra finca ubicada en Uribelarrea y posee características regionales similares a los viñedos de Uruguay, hallándose a igual distancia del río y altura del nivel del mar". Esta proximidad al río y la altitud contribuyen a crear condiciones ideales para el cultivo de uvas de calidad.
El encanto del Tannat: la cepa estrella de la Finca Don Atilio
La principal cepa cultivada en la Finca Don Atilio es el Tannat, un vino que ha ganado reconocimiento por su cuerpo bien integrado y su final largo y persistente. Con cada sorbo, los visitantes pueden apreciar la pasión y el cuidado con los que se cultiva esta variedad de uva, que florece en el entorno único de la región de Uribelarrea.
Una producción artesanal y natural
La Finca Don Atilio produce entre seis mil y siete mil botellas de vino al año, dependiendo de las condiciones climáticas. Lo que distingue a sus vinos es su enfoque en la naturalidad: al no realizar correcciones de acidez, se consideran vinos "naturales", reflejando la pureza y la autenticidad del terruño.
Una visita completa: desde el viñedo hasta la mesa
Los visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en el proceso completo de elaboración del vino, desde el cultivo de las uvas hasta el embotellado final. Además de la experiencia de cata de vinos, la finca ofrece la posibilidad de comprar las botellas que quieras, pudiendo llevarte un recuerdo tangible de su visita.