Si estás buscando un destino en Buenos Aires para escaparte de la rutina y sumergirte en un remanso de tranquilidad, Uribelarrea es el lugar ideal. Este pintoresco pueblo, ubicado a tan solo 90 minutos en auto de la Ciudad de Buenos Aires, te transportará a otro tiempo con sus calles de tierra mojadas de rocío y casonas centenarias.
José Luis Nacucchio, también conocido como Chango, es un personaje emblemático de Uribelarrea. Con su apariencia de gaucho, rulos rubios cubiertos por una boina negra y barba entrecana, y una sonrisa permanente que irradia un aire de ironía, refleja su optimismo a prueba de todo. Fue él quien descubrió la belleza de este lugar y se convirtió en un visionario al invertir en varios restaurantes, poniendo a Uribelarrea en el mapa gastronómico.
Nacucchio llegó a Uribelarrea en 1976, montado en sus dos caballos redomones, explorando los caminos interiores. Quedó cautivado por las esquinas construidas con pasión por italianos y vascos a principios del siglo XX, que parecían perdurar en el tiempo. Desde entonces, se enamoró de las casas, los patios con pisos de ladrillo y los jardines rebosantes de plantas acariciadas por el sol. En aquel entonces, solo había dos lugares para comer en el pueblo, pero gracias a la visión de Nacucchio y a otros emprendedores, Uribelarrea se convirtió en un polo turístico con más de 40 locales gastronómicos.
Las particularidades de Uribelarrea
El encanto de Uribelarrea reside en su historia y sus productos locales de alta calidad. Antiguamente, el pueblo albergaba la Escuela Agrotécnica Salesiana Don Bosco, una de las primeras de la provincia de Buenos Aires, cuyos chacinados y quesos hechos por docentes y alumnos se vendían en la zona. Hoy en día, Uribelarrea se destaca por sus agroalimentos, como embutidos, alfajores y quesos.
Además de disfrutar de la gastronomía local, en Uribelarrea encontrarás diversos paseos para completar tu escapada. El restaurante Il Verdicchio, ubicado en una esquina del casco histórico, es un ejemplo de la pasión por conservar el patrimonio arquitectónico. Este lugar restaurado con dedicación te sumergirá en una experiencia única, donde podrás admirar vitrales restaurados y paredes de ladrillo que evocan los años de esplendor de Argentina.
Si sos amante de las actividades al aire libre, podés visitar Pueblo Escondido, un almacén y restaurante que destaca por su salumeria propia y su línea italiana. También podés explorar la Finca Don Atilio, un viñedo familiar que produce vinos propios con variedades como Syrah, Merlot, Sauvignon Blanc, Pinot Noir y Tannat. Otra opción es el Valle de Goñi, un tambo de cabras anglo nubian. Además, el Colegio Don Bosco ofrece dulce de leche y quesos de producción propia los sábados y domingos de 10 a 18.
En Uribelarrea, la pasión y las ganas de hacer cosas se respiran en el aire. José Luis Nacucchio es un ejemplo de ello, con su dedicación a restaurar edificios y preservar la identidad del pueblo. Su optimismo indestructible y su amor por la cultura se reflejan en cada rincón de Uribelarrea.
Así que la próxima vez que busques una escapada cerca de Buenos Aires, no dudes en visitar Uribelarrea. Este encantador pueblo te espera con sus calles empedradas, su rica gastronomía y su ambiente tranquilo. Descubrí la magia de este lugar detenido en el tiempo y dejate sorprender por todo lo que tiene para ofrecer.