Ergün Demir atraviesa un complicado momento tras ser denunciado por violencia de género por una ex pareja. En una aparición televisiva, María de Cicco, la denunciante, ofreció información repleta de detalles sobre los maltratos que recibía por parte de la figura de Las mil y una noches y reveló que su relación con el ex participante de Bailando por un sueño se dio durante la estadía del actor en Argentina.
En el ciclo El Club de las Divorciadas, conducido por Laurita Fernández por El Trece, María reveló cuán invasivo fue Demir desde el comienzo de su vínculo. “Me manipuló a través de la religión y se vino a vivir conmigo cuando todavía no lo conocía. A los pocos meses, ya estaba con todas las valijas en mi casa”, comenzó su descargo y puso en evidencia el espíritu manipulador del actor. “Terminé destruida, en terapia intensiva y al borde de la muerte por el desgaste emocional”, remató.
Según las declaraciones de de Cicco, la religión era el mayor causante de las conductas violencias y autoritarias de Ergün, ya que cada dogma que tenía impreso en su mente tenía consecuencias extremas en sus actos. “Me obligó a estudiar el Corán, en mi casa me vestía con su ropa de hombre. Me negaba hasta el agua, él me cocinaba”, relató la argentina, en alusión a cuán ortodoxa y enfermiza sería la manera de vivir de Demir.
Con el avance de su discurso, María ofreció información cada vez más comprometedora para el actor. Así, hacia el final, confesó que fue envenenada por la estrella oriunda de Turquía en una de sus comidas. “Escondía los condimentos en su habitación. Una noche me sentí mal después de una cena y no podía reaccionar. Agonicé durante casi dos horas y después llamé a la policía. Él se encerró en su habitación porque era una figura pública y no quería ser vista”, expresó, llena de dolor, la ex pareja de Ergün.
No la dejaba hacer terapia
En medio de sus declaraciones, la denunciante ofreció un llamativo dato sobre la conducta de Demir, en relación a cuán poco le gustaba que ella se abriera ante otras personas. “Él no quería que yo hiciera terapia porque él decía saber tanto de psicología que me podía ayudar, pero a su vez le mandó un video a mi psicóloga diciendo que tenía que trabajar conmigo”, expresó María y remató: “Él vivía a expensas de hacerme todos los actos perversos, que son tan cotidianos, que uno no se da cuenta. Es un psicópata”.