Juan Szela es un ilustrador muy popular en redes sociales, que recientemente lanzó Szela Expresión, una marca con la que busca que su público también encuentre su lugar y saque de adentro sus emociones. "Es un espacio distinto, es un lugar para que todos nos podamos expresar", le contó el propio artista a El Destape en una entrevista.
Es una mañana fría de mayo cuando Juan Szela llega sonriente a la redacción de El Destape, una expresión que no cambiará durante toda su estadía, en la que habló de sus comienzos en la ilustración, cómo llegó a esa forma de expresarse, qué lo motivó a hacerlo mientras se dividía entre dos carreras profesionales y qué quiere que suceda con Szela Expresión, el nuevo espacio que comenzó a desarrollar en el último tiempo. Con más de 500 mil seguidores en Instagram, su principal canal de comunicación con el público, y un libro de sus ilustraciones ya en la calle, Juan empezó a dibujar con más fuerza en el 2017 para transitar el duelo por la pérdida de alguien muy cercano.
¿Cómo fue la transición de estudiar cine a ser un ilustrador tiempo completo?
- Es muy loco, porque siempre tuve esa dualidad entre los dos mundos. Siempre estuve haciendo proyectos de cine, editando, dirigiendo o metido en los rodajes. Y por otro lado tenía la cuenta de Instagram con mis ilustraciones, que era un momento muy mío, no tan en equipo como es un rodaje. Pero siempre estuve como viviendo los dos mundos, como tratando de tener las dos cosas ahí. Y el año pasado viajé a España, donde estuve viviendo todo el año y fui conociendo gente nueva, muchos artistas, gente creativa que me rodeaba. Y me di cuenta de que mi pasión realmente iba por el dibujo y la ilustración y todo eso que yo ya estaba creando. Medio inconscientemente me di cuenta de que tenía una carrera linda como ilustrador. Estaba como "bueno, lo tengo ahí como un hobby". Y quizás yo quería dirigir y que me nombre crezca como director.
¿Quedó el bichito de dirigir?
- Re, yo digo que el director está en el freezer, como que lo guardé ahí. Tengo muchas ganas del día de mañana meterle a la ficción o inclusive me encantaría fusionar los dos mundos. Hacer series animadas, con ilustraciones.
¿Cómo surgió la idea de vincular tus ilustraciones con los vínculos humanos, con las reflexiones?
- Todo empezó con una situación personal que había vivido yo en un año, que falleció mi vieja en el 2017. Y ahí toda la parte de tratar de entender eso, vivir un duelo, lo canalicé por el dibujo. Y me empezó a salir esto de los garabatos de colores para simbolizar un quilombito en la cabeza, las del farolito. Todo eso lo sentía como que "a mí me está pasando esto, lo vengo a plasmar acá y acá lo puedo entender mejor". Lo entiendo con formas, con figuras, con frases y al mismo tiempo trato de sacarle una parte positiva. Lo más loco, y que más me gustó, fue que la gente me dio un feedback de "a mí también me pasa esto, no estás solo en esta". Y cada uno se lo fue llevando para su lado en el momento en el que estaba personalmente. Fue ahí el momento que encontré que yo me expreso de esta manera, esto es lo que me pasa a mí y se fue generando el estilo.
Al trabajar tanto con tus emociones, ¿cómo superás los bloqueos creativos?
- Mil veces me ha pasado de decir "ya está, no se me ocurre más nada, hay que cerrar la cuenta". Hoy en día lo veo más como una etapa, es algo que me pasa en determinado momento y tiene que transitar, y ya va a llegar la inspiración. Además, no todas las ilustraciones están hechas por lo que me pasa a mí. Pero sí me pasa que ya sé cómo transitarlo. Lo considero una etapa pasajera y ya. Cuando me pasa eso, pienso "si pude hacer 500 ilustraciones, puedo hacer 500 más".
¿La idea de publicar un libro estuvo desde que arrancaste o un poco te sorprendió?
- La verdad que no. Ni loco. El primer año fue más vomitar todo lo que me estaba pasando. Un dibujo todos los días y a veces hasta dos por día. Pero no era que decía "el día de mañana me encantaría sacar un libro". Pensá que en ese momento ni mostraba la cara. Me preguntabas y no quería saber nada: "yo estoy estudiando cine", decía. Pero sí después al segundo, tercer año, empecé a hacer ilustraciones pensaba "esto va a ser para un libro el día de mañana". Si el día de mañana hiciera un libro me gustaría cerrarlo con esta ilustración. Y me pasó algo muy loco: la última ilustración de mi libro es una que dice "somos lo que dejamos cuando nos vamos", que la publiqué el 1ro de agosto de 2020. Dije "bueno, el día de mañana me encantaría cerrar mi libro con esto". Un año después, 1ro de agosto de 2021, se publicó el libro y cerró con esa ilustración.
El trabajo diario en redes sociales
¿Tenés una rutina diaria para ilustrar?
- Al principio re sentía la rutina o la presión de estar publicando una ilustración todos los días. Pero después con el tiempo se fue estirando mucho más y empecé a priorizar la calidad antes que la cantidad. Hoy me pasa que digo "bueno, si no se me ocurre nada no voy a subir algo por subir". Como que quiero hacerlo lindo, más sentida o darle una vuelta de tuerca más. Y si esa vuelta de tuerca me toma una semana más, me la tomo. Me di cuenta de que la gente está cada vez que subo algo. Me ha pasado tener bloqueos de dos meses sin subir nada y digo "bueno, cuando suba algo nadie me va a comentar, ya se olvidaron todos". Y no, subo algo y siempre están ahí.
Tu trabajo es principalmente en redes sociales, ¿cómo te llevás con el hate?
- No recibo mucho hate, casi nada. Creo que es un contenido que o te copa y lo bancás o no y no vas a tirar un comentario para bajarlo. Sí me ha pasado de ver gente que hace parodias, replica un dibujo y le pone otro texto, como haciendo un chiste de fútbol o una puteada. Eso me copa, está bueno. Porque encima es otro contenido que consumo, me cago de risa con los memes. Muchas veces los he compartido. Me parece divertido.
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¿Y sentís la presión de tener que subir cosas todos los días para alimentar el algoritmo?
- Hubo un momento en que me exigía un montón con el tema de subidas. Hoy la tengo, es verdad, porque la agenda hay que venderla, entonces es como que tengo que estar ahí. Pero es algo que me gusta, entonces es una presión linda.
¿Qué es Szela expresión?
- Es un espacio distinto, es un lugar para que todos nos podamos expresar, no solo yo como Juan Szela. Acá la idea es primero desafiarme a mí mismo con un nuevo estilo de ilustración, un nuevo concepto, algo distinto. Un espacio donde se vendan productos y la gente pueda de alguna manera expresarse, ya sea interviniéndolos o como quiera. La idea es que de a poco vaya tomando forma. Hoy estoy como muy de no tirar tanta información, más que nada medio misterioso. Pero me gusta que sea medio así, que no se sepa medio qué puede llegar a venir.
Qué te gustaría que pase con eso.
- Me gustaría que sientan que reciben algo de un artista. Como una obra que comprás, pero que también le metés tu toque. Yo empiezo la obra y vos la terminás. Me encantaría que el día de mañana eso crezca y sea una marca de muchos productos, de ropa, de librería. Me gustaría que sea esa marca y que tenga ese concepto de "acá yo le metí mi toque".