Los emojis ya son parte del lenguaje universal. Tanto en mails, mensajería instantánea, como redes sociales, estos símbolos trascienden idiomas y distancias, aunque no todas las culturas se encuentran representadas de la misma manera. Allí apareció el mate, un símbolo latinoamericano que luchó contra la burocracia y el desconocimiento anglosajón para hacerse un lugar en las plataformas de todo el mundo. "Tuvimos que aclarar que no servía para fumar marihuana", cuenta Martín Zalucki, miembro del equipo que logró esta hazaña, en dialogo con El Destape.
El Día Mundial del Emoji (World Emoji Day) es una invención establecida en 2014 por Jeremy Burge, fundador de la enciclopedia online de estos símbolos, y se eligió específicamente el 17 de julio porque esta fecha es la que aparece en el emoticón que las principales plataformas usan de calendario. Hace tres años, esta misma celebración en Estados Unidos fue el escenario en el que un grupo de argentinos se acercaron con varios termos, yerba y mates, y convencieron a las empresas de tecnología más importantes del mundo de incluir nuestra infusión en su catálogo de emojis.
¿Cómo nació el emoji de mate?
Primer etapa: Media Party, cuando las ideas reúnen el equipo
El Media Party es un evento que reúne periodistas, programadores, diseñadores, activistas con el objetivo de conformar un espacio productivo para reinventar el periodismo. En la edición del 2017, un proyecto tomó protagonismo en el escenario. Flor Coelho, periodista de La Nación, presentó al público presente a Jennifer Lee, una mujer estadounidense cuyo trabajo es asesorar a las personas que tienen una idea para sumar emojis.
"Lo que esta gestora decía era que Latinoamérica está poco representada en el mundo de los emojis. Hay mucho de Japón, donde se originaron, de Estados Unidos, pero poco de nuestra región", recuerda Zalucki, quien se encontraba presente en aquella sala. Uno de los requisitos que deben cumplir los proyectos de emoji es su representatividad: no debía ser un elemento que solo aluda a la Argentina, sino extenderse todo lo posible. Por esta característica se escogió a la costumbre que, en mayor o menor medida, abarca a todo el continente: el mate.
La idea no tardó en entusiasmar a los presentes, quienes conformaron un equipo ese mismo día para avanzar con el proyecto. Los nombres que perduraron en el tiempo y que fueron responsables de la tarea fueron la periodista Flor Coelho, Martín Zalucki, Daniela Guini, Emiliano Panelli, un diseñador especializado en marketing, y el periodista Santiago Nasra.
"La propuesta involucraba juntar datos: armar una carpeta con información del estilo de cuánto se exporta, qué países la consumen. Y una propuesta de dibujo. Como ilustrador ya tenía un conjunto de dibujos de emojis argentos: la parrilla, el choripán, el fernet, el mate. Entonces ya tenía algo para empezar", agrega Zalucki, quien se embarcaba en un proyecto al que muchos calificaron de "largo y engorroso" y que hasta generó numerosas quejas por ser tan inaccesible.
Segunda etapa: Presentación en Unicode para aclarar que "el mate no es para fumar marihuana"
Cuando la investigación fue completada y se tenía el documento listo para presentarse, los miembros del equipo presentaron su trabajo a Unicode. Esta entidad se encarga de regular los caracteres que surgen en internet, le asigna una codificación y clasificación a cada letra que se usa, incluyendo los emojis, que son parte del lenguaje. "Está organizada por las empresas de tecnología más grandes del mundo, y hasta algunos estados. Las empresas y gobiernos se meten ahí porque, si dictaminan los estándares de códigos de internet, es más fácil después para programar todas las cosas. Ellos dictaminan las reglas con las que después se va a programar", explica el ilustrador del emoji del mate.
"La presentación, usualmente, se hace mandando el PDF por mail. Pero como nosotros teníamos a Jenny (Lee) viajaron dos integrantes del equipo a Silicon Valley para sentarse en la mesa de Unicode y contarles de qué se trataba", describe Zalucki. En esa conversación se evacuaron dudas de los miembros de Unicode, como "si el mate podía confundirse con un elemento para fumar marihuana", aunque otros participantes reconocieron la infusión y hasta afirmaron que lo tomaban.
Tercera etapa: hashtag en las redes y darle mate a Silicon Valley
Unos meses más tarde se enteraron que estaban preseleccionados y empezó el lobby: un trabajo fuerte de ir a los medios a presentar el proyecto, instalar el hashtag #elemojidelmate (para que la gente de Unicode vea que hay interés en internet), y hasta viajar a Silicon Valley, la meca tecnológica. Tres marcas de yerba se entusiasmaron con la idea y funcionaron como sponsors para que los miembros del equipo lleguen a Unicode para festejar el "Día mundial del emoji" de 2018.
"Las empresas de yerba se pusieron los stands y repartieron mate. Hubo gente diciendo qué es esto, teníamos termos para principiantes con azúcar y otro amargo. En ese momento les generó curiosidad que sea algo que se comparte, les daba cierta cosita. Había reacciones de esto no me gusta, otros que se prendieron, y algunos que se hacían los que lo conocían pero te dabas cuenta que no. Y después gente latinoamericana que venían con mucho entusiasmo", detalla Martín.
Última etapa: aprobación y a esperar los dibujos de cada plataforma
Después de todo el trabajo, en febrero de 2019 se confirmó que el emoji era una realidad. Pero a partir de ahí empezó otro largo proceso en el que cada empresa de tecnología que tiene su sistema de emojis lo tiene que dibujar. No tomaron el mismo dibujo hecho por Zalucki, sino que lo usan de modelo y hacen suyo propio. "Algunas plataformas se comunicaron con nosotros, otras se mandaron solas. Google hizo una que no me imaginé nunca de hacer, con un ángulo más desde arriba, y te permite ver la yerba mucho mejor y con la bombilla no tan alta. Quedó muy bueno".
La yerba mate hoy no es solo patrimonio latinoamericano. La globalización permitió que la exportación llegue a lugares impensados hasta hace poco tiempo, como lo es Siria, el principal comprador de Argentina en el 2019 con 31 millones de kilos en un año, o Siria, donde ya es considerada una verdadera tradición. Rondas de amigos en todo el mundo adoptan el mate en su mesa. Y, desde el 2020, ya pueden invitarse con un simple emoji.