Tras haber denunciado 18 veces a su ex pareja por violencia de género, Úrsula Bahillo fue encontrada muerta a puñaladas en una zona rural donde había sido citada por su ex pareja, Matías Ezequiel Martínez, un policía bonaerense a quien le desligaron responsabilidades desde Nosotros a la mañana, el magazine matutino de El Trece. "A Úrsula la mató su novio policía porque lo dejó", aseguró el graph.
Uno de los mitos más comunes del machismo es aquel que sostiene que las víctimas son responsables de las violencias que reciben y para eso se valen de zócalos como el que ocupó el aire de El Trece. De hecho, ese razonamiento que, lejos de ser aleccionador, revictimiza a la víctima suele ser el mismo que utilizan los femicidas para atenuar las motivaciones de sus delitos.
Los medios de comunicación tienen la función (y la responsabilidad) de mediar entre lo que sucede y lo que se comunica con las personas, un vínculo que filtra ciertos aspectos de la realidad según lo demande el CEO, reproduciendo la violencia y asentando como una realidad incontrarrestable la desigualdad de las mujeres en relación a los hombres.
En este caso, el ojo está puesto en la "responsabilidad" del final de una víctima que siempre estuvo en manos del asesino, Matías Ezequiel Martínez es el único sujeto, entendido como quien realiza una acción, que se quedó con la vida de una joven que el 26 de febrero cumpliría 19 años.
No pasó desapercibido
La violencia contra las mujeres está tan arraigada a los medios masivos como aun lo está en la sociedad. El problema es que en las pantallas esos mensajes se legitiman... Pero en las más chicas aunque con mayor alcance como lo son las redes sociales, los usuarios pueden salir al cruce de cualquier mensaje (que roce lo nefasto) como fue el caso de la periodista y ex colaboradora de El Trece Úrsula Vargués quien compartió ante sus 148 mil seguidores la grave falta del canal de Magnetto, denuncia a la que se le sumaron miles de internautas.
Protestas en Rojas
Las primeras repercusiones del crimen tuvieron sede frente a la comisaría de Rojas cuando amigos de la víctima y cientos de vecinos salieron a las calles para pedir justicia. La movilización derivó en incidentes y represión policial. En el marco de la protesta, fue incendiada una camioneta policial que estaba estacionada frente a un colegio y empujada contra el edificio policial. También hubo concentraciones frente a los domicilios de dos fiscales y de un juez de paz.