En las últimas horas salió a la luz un gran hallazgo para la reconstrucción de la historia mundial y el conocimiento de las vidas pasadas. Lo que a simple vista parecía un simple accesorio más, terminó convirtiéndose en una pieza clave para profundizar en la cultura del antiguo Egipto.
El hecho sucedió en Bovling, un campo dentro de una de las penínsulas pertenecientes al territorio de Dinamarca, cuando un explorador que se encontraba investigando un terreno con su detector de metales. El pequeño objeto encontrado llamó la atención del hombre y rápidamente lo consultó con expertos, sin embargo jamás se imaginó la respuesta que recibió.
"Sólo hay entre 10 y 12 piezas de este tipo en todo el mundo, todas en antiguas colecciones de museos de EE.UU., Reino Unido o países árabes", fue una de las principales declaraciones sobre el accesorio encontrado. Este objeto tiene forma de medialuna y parece estar adaptado para utilizarse como una suerte de dije para alguna pulsera o collar para las civilizaciones del antiguo Egipto. Con sus colores aún conservados a pesar del paso del tiempo, se puede apreciar un borde dorado y un dibujo que pareciera representar a un paisaje.
"Una pieza de este tipo es única y que resulta interesante cómo fue a parar a Jutlandia", añadió el arqueólogo encargado de investigar el accesorio en una entrevista radial. Cabe resaltar que el accesorio fue encontrado muy lejos de su lugar de origen, ya que Jutlandia es una isla ubicada en las costas del Mar del Norte.
La historia detrás del extraño accesorio
Según confirmaron los expertos encargados de la investigación, el dibujo que se puede apreciar en el dije es la representación del árbol de la vida, un elemento perteneciente a la cultura islámica y a la cristiana.
Una vez resuelto este enigma, empezaron a indagar en cómo una pieza de la civilización egipcia llegó hasta los territorios daneses. Aunque la respuesta no es certera, hay dos posibilidades que son las que mas remarcan los expertos: los gobernadores del Imperio Bizantino le regalaron la pieza a un Vikingo que formó parte de su servicio de guerra y éste la trasladó hasta Dinamarca, o bien, un peregrino llevó la joya cuando regresaba del Mediterráneo Oriental.
"En calidad, el esmalte del pendiente no es tan bueno como la cruz de Dagmar. Pero mientras que la cruz de Dagmar se encontró en la tumba de una reina, donde el contexto se presenta por sí solo, este pendiente se encontró sin contexto alguno en un campo en el oeste de Jutlandia", expresó el experto al comparar el hallazgo con otro accesorio similar que se encontró en la tumba Degmar.
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