El 14 de julio de 1995 llegó oficialmente el MP3, un formato creado para escuchar música que reemplazó al casete y al CD, y que cambió para siempre la industria musical. Así es, el códec de audio que marcó el inicio de la era digital en la música cumple 26 años. A pesar de que hoy en día cayó un poco en desuso por los avances tecnológicos que permiten mejor calidad de audio, la importancia del MP3 para el intercambio de música y su contribución en la manera más usual de escuchar música en estos tiempos -a través de las plataformas musicales- fueron fundamentales.
El alemán Karlheinz Brandenburg, director de tecnologías de medios electrónicos del Instituto Fraunhofer IIS, es considerado el "padre" del MP3 y también formó parte del Grupo de Expertos de Imágenes en Movimiento (MPEG, por sus siglas en inglés), que luego cedió su nombre para denominar al método digital para comprimir señales de audio y video. El MPEG-2 Audio Layer III, mejor conocido como MP3, es un formato de compresión de audio que mediante un algoritmo con pérdida permite conseguir un archivo de menor tamaño.
Esto último fue fundamental para la popularización de los reproductores de MP3, unos pequeños dispositivos que gozaron de muchísima popularidad en Argentina a mediados de la década del 2000 y que aquellos argentinos que se vacunaron en las últimas semanas (los de 30 y un poco más) seguramente recordarán con mucho cariño. Gracias al formato MP3, los reproductores almacenaban cientos de canciones, fueron haciéndose cada vez más pequeños y podían entrar en el bolsillo de cualquier pantalón, a diferencia de los walkman y discman.
Además, que los archivos fueran livianos facilitaba la transferencia de los mismos, algo más difícil para el formato físico, que terminó cediendo el protagonismo a las descargas y el streaming. Hubo muchas críticas por la pérdida de calidad en el audio, pero los usuarios pusieron por encima la facilidad para compartir y conocer nueva música. Los softwares como Napster, Kazaa y Ares fueron creciendo exponencialmente así como también se expandieron notablemente la piratería y los intentos de la industria -y también algunas bandas muy reconocidas, como Metallica- para no perder un negocio que les era muy lucrativo.
Según los estándares modernos, la calidad de audio del MP3 quedó algo relegada gracias a los avances tecnológicos. El AAC (Advanced Audio Coding) es su sucesor y el formato predeterminado en las plataformas musicales más utilizadas hoy en día como Spotify, iTunes y YouTube Music. Por su parte, Tidal se caracteriza por ofrecer una calidad de audio superior y que el usuario escuche la música tal cual fue grabada. Para esto usa un códec llamado MQA (Master Quality Authenticated), que ofrece archivos en formato FLAC o WAV (el de los CD).
De alguna forma, el revolucionario formato "murió" en abril del 2017, cuando el Instituto Fraunhofer IIS dio por finalizado el programa de licencias de MP3 para darle paso a códecs más eficientes con funciones más avanzadas, como el AAC. De todos modos, esto no le quita al formato MP3 el hecho de haber sido el que cambió no solo la forma de escuchar música sino que también obligó a la industria discográfica a cambiar su modelo de negocios gracias a la popularidad que alcanzó en todo el planeta.