El colectivo, también conocido como "bondi" en Argentina, es uno de los medios de transporte más icónicos y utilizados en el país. Con cerca de 400 líneas que circulan solo en el Área Metropolitana de Buenos Aires, transporta a millones de pasajeros diariamente. Sin embargo, lo que quizás no todos sepan es que el colectivo es un invento argentino que ha dejado una marca profunda en la historia del transporte público. En este artículo, exploraremos cómo surgió esta ingeniosa idea y cuál fue la primera línea de colectivos en Argentina.
El surgimiento del colectivo
El nacimiento del colectivo se remonta a fines de la década de 1920, cuando un grupo de taxistas comenzó a buscar formas de aumentar sus ingresos en un mercado competitivo. En aquellos días, el transporte público en Argentina estaba dominado por el tren, el tranvía y el subte, cuyas tarifas eran mucho más económicas que las de los taxis. Como resultado, los taxistas estaban perdiendo pasajeros de manera constante.
Motivados por esta preocupación y el deseo de mejorar sus ganancias, estos taxistas idearon una solución innovadora: ofrecer un recorrido fijo que se anunciaba mediante un cartel en la parte delantera del vehículo. Lo más importante era que permitirían subir a más de un pasajero y cobrar una tarifa personalizada según el trayecto realizado.
El primer viaje del "taxi-colectivo"
Tras algunas pruebas exitosas, el 24 de septiembre de 1928 marcó un hito en la historia del transporte argentino con el primer viaje del "taxi-colectivo". Aunque existen versiones contradictorias sobre el lugar exacto del inicio de este viaje histórico, se sabe que el trayecto se dividió en dos tramos, cada uno con un costo de 10 centavos. El primer tramo iba desde Lacarra hasta Plaza Flores, mientras que el segundo concluía en Caballito, en la Plaza Primera Junta. El recorrido de regreso seguía el mismo camino.
Este innovador servicio atrae rápidamente a los pasajeros que buscaban una alternativa económica y conveniente para moverse por la ciudad. A medida que la demanda crecía, el concepto de colectivo comenzó a ganar popularidad.
La primera reglamentación de los colectivos
Dado el crecimiento del servicio y las quejas de los competidores de transporte público, en 1932, la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires decidió reglamentar el funcionamiento de los colectivos. Se otorgaron licencias y se numeraron las líneas desde el 1 hasta el 69. Además, se establecieron medidas máximas para los automóviles y se reguló la cantidad de asientos permitidos.
Con esta reglamentación, los colectivos comenzaron a cambiar su apariencia y a lucir los icónicos diseños de fileteado en sus carrocerías. A lo largo del tiempo, los colectivos continuaron evolucionando en términos de tamaño, diseño de ventanas, sistemas de venta de boletos y disposición de puertas. También se producen cambios en los chasis, con Mercedes Benz dominando eventualmente el mercado. Los antiguos colectivos con motores delanteros dieron paso a modelos más modernos, colectivos bajos con acceso para personas con movilidad reducida y otros de piso bajo con combustible central.
El colectivo en la actualidad
Hoy en día, el colectivo es un medio de transporte esencial en Argentina. Algunas líneas cuentan con carriles exclusivos, y las aproximadamente 400 líneas que operan en el Área Metropolitana de Buenos Aires son administradas por grandes grupos empresarios. A pesar de las décadas transcurridas desde su creación, el colectivo sigue siendo uno de los medios de transporte público más populares y utilizados por los argentinos.