Propuesto por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1982, cada 18 de abril se celebra el Día Internacional de los Monumentos y los Sitios. El fin de este día es tomar conciencia acerca de la diversidad del patrimonio cultural de la humanidad, de su vulnerabilidad y de los esfuerzos que se requieren para su protección y conservación. En nuestro país hay algunos monumentos muy particulares, por lo que para celebrarlo hacemos un breve repaso por los más insólitos.
El Salmón de Camarones
Ubicado a 250 kilómetros de Trelew y Comodoro Rivadavia, Camarones es un pequeño puerto de la costa patagónica argentina. Se trata de la capital nacional del salmón y la pesca deportiva de dicha especie. En febrero de cada año se organiza la fiesta nacional alusiva a este tipo de pez. Sin embargo, lo más llamativo de este pueblito es el simpático monumento de un gran salmón, al que cientos de turistas se acercan a fotografiarse cada año. Pero no es la única atracción del pueblo ya que desde el 2008, Camarones tiene un museo dedicado a la etapa que Mario Tomás Perón y Juana Sosa, los padres de Juan Domingo, pasaron allí.
El sándwich de Milanesa
Sin dudas una de las comidas más populares del país es la milanesa. Pasión de millones, las milanesas pueden ser de casi cualquier relleno y estar acompañadas por las más diversas guarniciones. En San Miguel de Tucumán, el sándwich de esta popular preparación es uno de los platos favoritos de los lugareños, al punto de que hasta hubo un increíble monumento dedicado a este noble alimento. Se trató de una obra de algo más de 2 metros creada por el artista local Sandro Pereira en el que se puede ver a un hombre con un sándwich de milanesa entre sus manos. Frente a las constantes vandalizaciones de la obra, el creador debió retirarla y ante la falta de fondos para arreglarla el artista debió destruirla.
El mate
Así como las milanesas son uno de los platos preferidos de los argentinos, la infusión nacional por excelencia (reconocida como tal en el 2013) también tiene sus monumentos. Así es, el mate tiene más de un homenaje a lo largo y ancho del país. Por ejemplo, en Santa Rosa, La Pampa, se puede encontrar un impresionante monumento construido en 1971. O también se destaca el Cebador de Mate, ubicado en Posadas, Misiones, una de las principales provincias productoras de yerba mate.
Manuelita se quedó en Pehuajó
Existen pocas creaciones musicales y poéticas tan reconocidas como Manuelita, el clásico compuesto por María Elena Walsh. Cuando se habla de tortugas, el nombre más usual en nuestro país suele utilizarse el de la creación de Walsh. Pero a diferencia de lo que dice la canción, Manuelita no abandonó Pehuajó para irse a París, y hay pruebas para demostrarlo. En la ciudad de la provincia de Buenos Aires se puede encontrar un impresionante monumento en honor a la tortuga que puso en el mapa a Pehuajó y que se convirtió en una parada obligada para las familias que la visitan.
Cristo pescador
Alrededor del mundo se pueden encontrar cientos de monumentos dedicados a Cristo, pero probablemente no haya ninguno como el que puede disfrutarse en Diamante, Entre Ríos. Lo que distingue al hijo de Dios entrerriano no son sus impresionantes 12 metros de altura o las 14 toneladas que pesa sino por la insólita red de pesca que lleva en sus manos. Claro que no es coincidencia ya que la idea de sumarle la red fue para destacar la actividad pesquera de la ciudad. Inaugurada en el 2006, en su base también se puede encontrar una fuente emanando agua.
Europa en Ituzaingó
Al oeste del conurbano bonaerense también llegaron algunas de los grandes monumentos mundiales. El arquitecto Rubén Díaz construyó en Ituzaingó una mini réplica de la Torre Eiffel de unos 16 metros de alto. Pero no se trata de la única locura creada por el arquitecto ituzainguense, sino que recientemente también edificó una pequeña Torre de Pisa en su casa de unos 7 metros de alto, en la que se pueden ver a algunos de los personajes argentinos más característicos, como el Topo Gigio, Mafalda, Clemente e Hijitus.