En una reciente conferencia de prensa, el vocero presidencial, Manuel Adorni (LLA), anunció el inicio de la revisión de los requisitos de inscripción en el Registro Nacional de Pacientes en Tratamiento con Cannabis, conocido como Reprocann. Según afirmó el vocero, durante la gestión de Alberto Fernández se aprobaron más de 90 mil solicitudes sin un diagnóstico respaldado por "evidencia científica".
Sin dudas, la creación del Reprocann habilitó la transparencia para miles de personas que, por variadas dolencias físicas, cosechaban cannabis. El objetivo principal es regular el acceso al cultivo controlado de la planta de cannabis con fines medicinales, terapéuticos y paliativos del dolor.
Cómo es el registro
Hasta julio de 2022, el número de personas inscritas en el registro ascendía a 87.327. Según establece la ley, estas personas tienen permitido poseer hasta 9 plantas de cannabis en floración y transportar hasta 40 gramos de flores secas o 6 unidades de goteros de 30 ml.
Los requisitos para inscribirse incluyen una indicación médica, por parte de un profesional de la salud, de uso de cannabis y sus derivados, la firma de un consentimiento informado y una declaración jurada, así como el cumplimiento de los trámites solicitados por el Programa en tiempo y forma.
Estadísticas de los registrados
- La mayoría de las personas inscritas en el Reprocann son de sexo masculino, representando el 80% del total. Sin embargo, también se han registrado casos de personas con identidades no binarias, lo que refleja la inclusividad del registro.
- Las provincias con mayor representación en el registro son Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Córdoba, mientras que provincias como Formosa, Jujuy y Santiago del Estero tienen menos representación.
- El 76% de las personas autorizadas para el cultivo de cannabis medicinal tienen entre 18 y 39 años, aunque también se han inscrito menores de 18 años y mayores de 60 años.
- Las personas que cultivan para sí mismas, también se inscribieron personas que cultivan para familiares o allegados, así como redes de pacientes u ONGs autorizados para el cultivo para terceros.
La implementación del registro no estuvo exenta de dificultades, con problemas iniciales en la plataforma y la identificación de DNI. Sin embargo, se destaca que es una política en constante evolución, aunque aún hay desafíos pendientes, como la falta de capacitación en el sistema de salud y las fuerzas de seguridad en relación con los tratamientos con cannabis y la persecución legal arbitraria en algunas jurisdicciones.