Para su desfile de otoño, Maria Grazia Chiuri, diseñadora de Dior, se alejó de los volúmenes que suelen asociarse a la moda de alta costura y presentó una línea de vestidos esbeltos y capas en tonos neutros con toques de oro y plata.
La diseñadora recurrió a estilos asociados a la antigüedad clásica (creció en Roma, rodeada de estatuas de la época) y, alejándose de las cinturas ceñidas, ofreció vestidos largos de columna, abrigos de ópera y capas.
"La complejidad no es tan visible", declaró Chiuri a Reuters, apuntando a las diminutas puntadas que fijaban los pliegues de un vestido.
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Los adornos se reducían al mínimo, e incluían perlas y trenzas planas, mientras que los hilos metálicos añadían textura a los tejidos de Jacquard.
"Me gusta transformar el Jacquard y el brocado tradicionales en algo más natural; me gusta la contradicción entre los dos materiales, creo que puedo crear algo nuevo", dijo, señalando que en el tejido de un conjunto de vestido y chaqueta se entretejió seda cruda junto con hilo metálico.
El desfile dio el pistoletazo de salida a la primera jornada de la Semana de la Alta Costura de París, atrayendo a multitudes, fotógrafos y famosos a la entrada del museo Rodin.
El desfile se celebró en una carpa decorada con obras de la artista Marta Roberti. Escenas imponentes de animales, plantas y mujeres desnudas en posiciones de yoga trataban de evocar a las diosas y los animales asociados a ellas.
Los desfiles de Alta Costura tendrán lugar hasta el 6 de julio en la capital francesa, e incluyen a las casas de moda Chanel, Balenciaga y Valentino.
Con información de Reuters
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