El fallecimiento de Diego Armando Maradona todavía da que hablar y quienes lo rodeaban en sus últimos días de vida, a medida que se conocen más detalles en relación, complican aún más su situación. Según informó el periodista Tuny Kollman de Página 12, tres médicos del Sanatorio Ipensa de La Plata declararon ante los fiscales que la operación en la cabeza que se le realizó a tres días de su cumpleaños no era necesaria ni urgente.
Esto, al igual que los distintos estudios realizados y los resultados de su autopsia, complican cada vez más a sus médicos y en especial a la imputación sobre el médico neurólogo, Leopoldo Luque. Además acusan al anteriormente nombrado, la psiquiatra Agustina Cosachov y los enfermeros que lo atendían en la casa de Tigre de improvisar o de no tratarlo como correspondía.
Cabe destacar que en los últimos días se sumaron a la causa judicial distintas conclusiones tras los estudios histopatológicos y toxicológicos: es un hecho que Maradona no murió de manera súbita o infarto masivo sino que fue un proceso de varias horas donde los médicos debieron intervenir y no lo hicieron y al mismo tiempo se confirmó que recibía medicación contraindicada para su situación cardíaca, ya que suele producir arritmias.
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La defensa de los médicos está basada en la voluntad de El Diez que no aceptaba ni que entren a la habitación ni que lo controlen tras la intervención quirúrgica, según sus propias declaraciones. De todas formas se espera conocer el dictamen de los fiscales de San Isidro donde buscarán establecer si hubo o no negligencia y, en consecuencia, homicidio culposo tal como caratuló a la causa el juez Orlando Díaz.
Más allá de lo que pueda definirse en las próximas semanas se analizaron los teléfonos celular de Luque y Cosachov, mientras que esperarán observar los mensajes del chofer Maximiliano Trimarchi, empleado de Matías Morla. Remarcamos que los fiscales creen que existieron "altísimo niveles de improvisación, ineficiencia y negligencia" de todos ellos y por eso se formará una junta médica para examinar el paso a paso de lo ocurrido con el ídolo.