Mariano Closs se emocionó en ESPN en vivo en la transmisión de la previa al partido entre Boca y Atlético Mineiro durante una conexión con el noticiero SportsCenter, cuando hablaron sobre el "Día del amigo" y se acordó de Juan Manuel Rodríguez, su socio, quien falleció en 2016. "Ahí se escapó gran parte de mi vida", se sinceró el relator de 51 años.
"Mis amigos son todo, son de toda la vida. No es un golpe bajo, pero mi mejor amigo y hermano murió. Muchos lo conocieron”, profundizó el periodista al borde de las lágrimas, con Diego Latorre a su lado.
En esta senda, Closs continuó: “Muchas veces se dice que uno tiene la posibilidad de elegirlos y que las familias están impuestas. No es mi caso. Pero los amigos vos tenés la facultad de elegirlos. Podés encontrar tu media parte... O tus medias partes, porque pueden ser varios. Después tengo amigos de toda la vida que perduran hasta el día de hoy”.
“Son parte esencial de uno. Sin ellos sería muy difícil desde la confidencia, la confianza, un hombro, una oreja para escucharte... Y viceversa. Son todo. Son un complemento de tu familia, de tu señora, de tus padres y tus hijos”, completó el presentador.
Quién era Juan Manuel Rodríguez, más conocido como "Barra"
Con el correr de los años se transformó en uno de los productores de los programas para los que trabajó Closs. De hecho, lo acompañó por ejemplo en La Red, Rock and Pop, América TV y Continental. Su deceso en 2016 golpeó muy fuerte al relator, que en aquel entonces ya había hablado sobre esa tristísima noticia.
“Perdí a un ser increíble. Se fue mi otra mitad, pero no sólo laboralmente. En mi vida era muy importante. Lo introduje en este medio, pero después se fue haciendo muy grande. A partir de la amistad, Juan Manuel, ´Pachu´ o ´Barra´, se convirtió en el padrino de mi hija. Es muy raro todo lo que ha sucedido. Es la ley de la vida, aunque se fue temprano por una enfermedad. Va a costar recuperarse”, había manifestado en esa época.
Por último, "Marianito" había dicho: “Se fue mi mano derecha. La verdad es que era una persona impresionante. Fue asistente de cabina y ahí se fue haciendo conocido y muy querido entre los colegas. Tendré que acostumbrarme a vivir la otra mitad de la vida sin la mitad de mí”.