Tras varios meses de trabajos, astrónomos chilenos dieron con un candidato a planeta Gigante Caliente de Gas, emplazado a 443 años luz de la Tierra y cuyo tamaño es cinco veces mayor que Júpiter, el planeta más grande del Sistema Solar hasta ahora conocido. Este "monstruo gaseoso" gira alrededor de la protoestrella Elias 24.
Según precisaron los expertos, el naciente y gigantesco objeto se encontraría en la zona oscura de la constelación de Ofiuco, región de la Vía Láctea conocida como "el Portador de la Serpiente" a 443 años luz de la Tierra. El trabajo, publicado por la revista The Astronomical Journal, fue liderado por Sebastián Jorquera, un estudiante del doctorado en ciencias mención Astronomía de la Universidad de Chile.
"Observamos una zona de formación planetaria muy joven, lo hicimos sumando observaciones previas de ALMA (radioastronomía) con un estudio de la misma zona usando tecnología de carácter infrarrojo", así lo afirmó Jorquera, quien a su vez trabajó junto con especialisas de la Unidad Mixta Internacional Franco-Chilena de Astronomía y la Université Grenoble Alpes.
La académica del departamento de astronomía de la Universidad de Chile Laura Pérez, señaló que la deteccción de este candidato a planeta que gira alrededor de la protoestrella Elias 24, es "notable". "ALMA nos mostró los espacios aparentemente vacíos en el disco de material que rodea a Elias 24, y sabiendo esto, decidimos emprender un nueva observación, pero esta vez usando un instrumento ubicado en el Observatorio Paranal de la ESO, su nombre es el Naos-Conica", afirmó.
"Para comprobar la existencia de nuestro candidato usaremos una variante del método de investigación original denominado Spectral Differential Imaging, a través del instrumento SPHERE de Cerro Paranal, junto con buscar la emisión de hidrógeno ionizado de estos objetos usando el instrumento MUSE del mismo observatorio. Ambas son piezas clave para confirmar el hallazgo", concluye Jorquera.
Un descubrimiento ¿accidental?
Los astrónomos emprendieron una búsqueda con otro rumbo, buscando planetas formados en discos protoplanetarios. Investigaron al menos 10 de este tipo, y las observaciones además mostraron la presencia de múltiples subestructuras en los discos, principalmente la presencia de anillos con alta concentración de materia (polvo) y "gaps" (surcos), con bajas concentraciones de polvo, si se compara con el resto del disco.
Existen evidencias que señalan que estas estructuras se formaron debido a la presencia de uno o más protoplanetas al interior de los espacios observados, por lo que los investigadores se enfocaron en la observación y detección directa de dichos objetos celestes. Los resultados obtenidos por los chilenos sugieren la presencia de protoplanetas en los discos y permitieron estudiar la relación entre ellos y las estructuras observadas por ALMA. De todos modos, se pudo descartar la presencia de objetos masivos, puesto que no hubo detección de estos en los sistemas.