Jurado de Nueva York declara culpables a dos hombres del asesinato en 2002 de Jam Master Jay de Run-DMC

27 de febrero, 2024 | 18.28

Un jurado declaró el martes culpables a dos hombres del asesinato en 2002 de Jam Master Jay, rapero de Run-DMC, quien recibió un disparo en su estudio de grabación de la ciudad de Nueva York en uno de los asesinatos de más alto perfil en la historia del rap.

Ronald Washington, de 59 años, y Karl Jordan Jr., de 40, fueron declarados culpables de cargos federales de asesinato en el tiroteo que terminó con la vida de Jam Master Jay, nombre artístico de Jason Mizell, informó la oficina del fiscal estadounidense de Brooklyn en la plataforma de redes sociales X.

El veredicto se dio después de un juicio de un mes de duración en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Brooklyn.

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Ambos hombres eran conocidos de Mizell, quien, según los fiscales, fue asesinado en una disputa comercial sobre un lucrativo negocio para distribuir cocaína en Baltimore.

Washington era un amigo de la infancia y Jordan era el ahijado de Mizell. Todos ellos crecieron en el mismo vecindario en el distrito de Queen's de la ciudad de Nueva York.

En la década de 1980, Mizell y sus compañeros de banda Run-DMC ayudaron a llevar el hip-hop a las listas con éxitos como "It's Tricky" y la versión de "Walk This Way" de Aerosmith del álbum de 1986 "Raising Hell".

Pero a medida que el éxito de Mizell en la industria musical decayó en la década de 1990, se dedicó al tráfico de cocaína para ayudar a financiar su carrera, según los fiscales.

Durante el juicio, los fiscales llamaron a testigos que estaban en el estudio la noche en que Mizell, de 37 años, fue asesinado a tiros el 30 de octubre de 2002, incluido Tony Rincón, quien recibió un disparo en una pierna.

También llamaron a testigos que dijeron al jurado que Jordan y Washington habían confiado a personas cercanas a ellos que ellos eran los asesinos. Los fiscales dijeron que los hombres conspiraron para matar a Mizell después de que el músico los excluyó de un negocio de drogas por un valor de casi 200.000 dólares.

Los abogados que defendían a Washington y Jordan dijeron sin rodeos al jurado que los acusados ​​no mataron a Mizell. La defensa llamó a un único testigo, un experto que testificó sobre la fragilidad de la memoria humana, para desacreditar a los testigos de cargo que relataban hechos ocurridos hace décadas.

Washington y Jordan enfrentan una sentencia máxima de cadena perpetua y una mínima obligatoria de al menos 20 años.

Con información de Reuters