Es sabido que los días de lluvia son esperados y considerados ideales por muchas personas para dormir, ya sea de noche, o hacer una buena siesta en las tardes de frio y lluvia. Es por eso, que un grupo de expertos de la Universidad de Harvard decidió realizar un estudio para conocer los motivos detrás de este fenómeno y explicar por qué dormimos mejor cuando llueve.
Un investigador de desórdenes del sueño ha confirmado que el sonido de la lluvia está relacionado con nuestros antepasados y la memoria cerebral. Además, los analistas sostienen que existen tres factores biológicos principales que explican este fenómenos.
Los factores del mejor descanso
- El ozono: Durante las tormentas con importante actividad eléctrica, se libera gas ozono en las capas bajas de la atmósfera. Este gas tiene un olor metálico que muchas personas asocian con limpieza y seguridad. Aunque el ozono es conocido por su papel en las capas altas de la atmósfera, donde protege a los humanos de la dañina radiación UV B y C del sol, también está presente cerca de la superficie terrestre, en la tropósfera, donde podemos respirarlo y percibir su aroma.
- Melatonina, la hormona del "sueño": La producción de melatonina, la hormona del sueño, está influenciada por la luz solar. Durante el día, la luz del sol hace que la retina del ojo envíe impulsos continuos a la glándula pineal, deteniendo la producción de melatonina. Sin embargo, cuando el sol se oculta o en días nublados y lluviosos, la oscuridad prevalece y los impulsos de luz enviados al cerebro disminuyen. Esto permite que la glándula pineal comience a secretar melatonina, induciendo el sueño.
- Herencia y cerebro: Los antropólogos sugieren que heredamos el gusto por el olor a tierra mojada de nuestros antepasados. En la prehistoria, este olor era sinónimo de bienestar, vida y supervivencia, ya que anunciaba el final de una sequía. El aroma particular, conocido como petricor, se genera cuando las gotas de lluvia entran en contacto con el suelo y se mezclan con los aceites de los árboles y la geosmina, una sustancia producida por bacterias del suelo. Este olor puede viajar varias decenas de kilómetros dependiendo de la dirección del viento y genera una sensación de paz y tranquilidad.
Estos tres factores: el olor a ozono, el aumento de la producción de melatonina en días oscuros y el olor a petricor, ayudan a explicar por qué muchas personas encuentran más fácil dormir durante los días de lluvia.