La llegada de la primavera en Argentina es una época esperada por muchos debido al clima agradable y los días soleados. Sin embargo, para aproximadamente 12 millones de personas en el país, la primavera puede ser sinónimo de molestias y alergias respiratorias debido a la presencia de ácaros, hongos y pólenes en el aire. Entre los culpables de estas alergias se encuentran los árboles, especialmente aquellos cuyos pólenes son transportados por el viento a distancias sorprendentes, alcanzando hasta 200 kilómetros de distancia.
El protagonismo de los pólenes en primavera
Según el Dr. Hugo Neffen, director del Centro de Alergia e Inmunología de la provincia de Santa Fe, los pólenes de árboles, malezas y gramíneas son los principales desencadenantes de alergias en la primavera argentina. Los vientos pueden transportar estos pólenes a largas distancias, lo que significa que no es necesario vivir cerca de estos árboles para verse afectado por sus efectos alergénicos.
En el tope de la lista de árboles que causan más alergias en la primavera se encuentran el fresno y el plátano. Estas dos especies son conocidas por liberar pólenes con una alta cantidad de alérgenos, lo que aumenta la probabilidad de reacciones alérgicas. Además, son árboles comunes en la provincia de Buenos Aires, lo que los hace especialmente relevantes para los residentes de la región. Le siguen en la lista alergénica el lapacho y el abedul.
Los plátanos y la invasión de pelusas en Buenos Aires
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en otras partes del país, la llegada de la primavera se caracteriza por la invasión de "pelusas" amarillas que provienen de los plátanos. Estos árboles se encuentran en numerosos barrios de la ciudad y tienen un impacto notable en la calidad del aire y la salud respiratoria de los habitantes.
El censo de arbolado y la presencia de plátanos en Buenos Aires
Según el último censo de arbolado realizado en 2018 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se contabilizaron alrededor de 70.000 plátanos entre los 430.000 árboles censados. El Platanus hispánica, o plátano de sombra, pertenece a la familia de las platanáceas y es conocido por su rápido desarrollo y altura, que puede superar los 40 metros. Estos árboles son apreciados en entornos urbanos por la sombra que proporcionan, su resistencia a la contaminación y su longevidad, ya que algunas especies pueden vivir hasta 300 años.
El problema de las pelusas de los plátanos
El fruto de los plátanos es pequeño y está rodeado por una "pelusa" que es rica en alérgenos. Cuando los plátanos florecen en primavera, esta pelusa se libera al viento y puede desencadenar síntomas alérgicos, como irritación nasal, estornudos y rinitis alérgica en quienes son sensibles. Además, estas pelusas tienden a acumularse en las veredas, obstruyendo los desagües y causando inconvenientes adicionales.
Los plátanos son especialmente comunes en el barrio de Palermo, donde se cuentan alrededor de 5.402 ejemplares. Le siguen en cantidad Villa Devoto y Flores. Por otro lado, Belgrano, Villa Crespo y Caballito tienen menos presencia de plátanos en comparación con los primeros lugares, y el distrito de Liniers es afortunado en cuanto a la escasa cantidad de esta especie, con aproximadamente 1,500 árboles.