Un pequeño emprendimiento privado en La Habana está buscando ganar espacio en la comercialización de relojes artesanales "Hecho en Cuba", promoviendo un producto en el mercado de la isla tras décadas de ausencia de los populares relojes rusos en las vidrieras del país.
"Tiempo de Luz", una empresa fundada hace unos dos años, es la único negocio en el país que se dedica a la producción, venta, reparación y ensamblaje de relojes de pulsera, mesa y pared a partir de partes y piezas de maquinarias desechadas por los clientes, además de piel, metal, madera y cristal.
"Hemos venido a dar una opción, una alternativa, cuando hace años existía en Cuba una gran diversidad de relojes rusos modelos Poljot, Raketa (...) y hoy ese mercado ha quedado huérfano de ofertas", dijo en entrevista con Reuters Ernesto Barrios, propietario de la empresa. "Estamos tratando de ocupar un mercado vacío en Cuba".
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Barrios, de 41 años y actual presidente de la compañía, dijo que en 2021 creó su negocio luego de que el gobierno dio luz verde para fundar empresas privadas, una reforma en la isla tras décadas de prohibición.
Cuatro empleados, incluyendo a Barrios, forman la base de "Tiempo de Luz". Ellos confeccionan los relojes con materiales renovables que avalan la marca ya patentada por las autoridades cubanas.
"Tiempo de Luz" ha suscrito contratos con varias empresas que exhiben y venden sus artículos en La Habana.
Barrios dijo que actualmente están teniendo afectaciones con el financiamiento, aunque siguen enfocados en buscar un inversionista capaz de impulsar sus producciones "debido a que tenemos bastante demanda de nuestros productos".
Con información de Reuters
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