La crisis socio-económica que se vive en Argentina ha tenido consecuencias en el rubro de los hoteles alojamiento: la dramática suba del dólar y la inflación, cuyo último índice marcó un aumento del 20.6%, han provocado una merma en varios establecimientos de ese sector. El presidente de la F.A.D.A.P.H (Federación Argentina de Alojamientos por Hora) y recepcionistas de varios albergues transitorios dialogaron con El Destape para dar detalles sobre cómo impactaron las nuevas medidas del gobierno en esta área específicamente.
Desde las personas que tienen encuentros casuales hasta las parejas que sienten monotonía en el vínculo y quieren una renovación eligen los hoteles alojamiento como una opción para sus necesidades o incluso hasta quienes quieren cubrir una infidelidad; así de amplio es el rango de clientes de este rubro. Por ese motivo, siempre se trató de un sector con mucha demanda, sobre todo en ciudades grandes.
Si bien hay estudios que afirman que los jóvenes tienen menos actividad sexual en la actualidad en comparación con décadas anteriores, el consumo de este tipo de servicios no ha mostrado una caída en los últimos años, según señalan los entrevistados en esta nota. A pesar de esa realidad, la brutal inflación que se vive en Argentina desde hace más de seis meses sí marcó una baja en la clientela de estos establecimientos: los dueños y recepcionistas de los albergues transitorios consultados evidencian una preocupación por esta realidad y por lo que vendrá en el futuro cercano.
Las tarifas de los hoteles alojamiento varían entre 9 y 20 mil pesos el turno de tres horas, en función del nivel de cada local. “Lamentablemente ha habido aumentos pero por debajo de la inflación, es imposible alcanzarla. Estamos perdiendo poder adquisitivo”, cuenta José Manuel Capelo, el presidente de la entidad que regula al sector de los hoteles alojamiento. Al mismo tiempo, al igual que todos los entrevistados, Capelo hizo referencia a una baja estacional que ocurre cada año en Capital Federal: en enero muchos se van de vacaciones y en la ciudad la demanda en este tipo de rubros marca una caída.
El presidente de FADAPH aclara que la merma en el consumo de este servicio se da desde principios del año pasado y, si bien en el último mes se incrementó, asegura que es difícil tener en cuenta a enero para un índice debido al factor estacional. “No aumentamos porque en enero siempre baja la demanda y si aumentás es peor. Pero en 2023 tuvimos aumentos prácticamente durante todo el año, tratando de perder lo menos posible”, relata al respecto Jorge, de Armenon Hotel.
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“En diciembre no hubo una caída, se mantuvo e incluso fue un poco mejor que en diciembre del 2022. Ahora, en enero es difícil compararla porque son meses donde baja mucho porque la gente se va afuera”, continúa Jorge. Y suma: “Hasta el momento la crisis económica no marcó una baja significativa en la demanda del hotel, por ahora”.
Al mismo tiempo, la recepcionista de un hotel que prefiere mantenerse bajo el anonimato sí evidencia una afección real de la crisis económica en el establecimiento donde trabaja y, por ende, en sus derechos como empleada. “Hubo aumentos en las tarifas en enero. Pasó de 500 a 1000 la hora. También tenemos una promoción por cuatro horas, que lo tuvimos que poner porque no entraba nadie”, revela. Además, la mujer relata que las cuentas del hotel alojamiento al que pertenece están tan mal que le pagan el sueldo en cuotas: “No nos han podido pagar el sueldo completo de una vez desde noviembre del año pasado, porque no está entrando casi nada”.
Mercedes de Hotel Palace informa que la suba que hubo en las tarifas de enero fue de un 10% respecto de los precios de diciembre. En cuanto a su sueldo, deja ver que gozan de una mejor posición que el establecimiento anónimo: “Estamos en relación de dependencia por convenio y los sueldos se van ajustando”.
Jorge de Armenon Hotel también se refiere a los sueldos de su empresa y revela: “En la mayoría de los casos, las paritarias no alcanzan y damos un poco más, en la medida en que podemos. Sabemos que la gente no puede, no le alcanza. Entonces, en la medida que podemos, tratamos de darle una mano. Estamos todos en el mismo barco”.
Estrategias para sobrellevar la crisis
Los descuentos y promociones siempre han sido aliados de los establecimientos que ofrecen servicios o productos en tiempos de crisis, pero el actual panorama no permite a los dueños ser laxos con respecto a las tarifas. “Estamos al límite. No logramos seguir los niveles de inflación. Los costos nos acosan”, asegura Capelo. En línea con las palabras del presidente de FADAPH, Jorge de Armenon Hotel cuenta que no tiene ninguna estrategia de promoción.
La trabajadora anónima, a diferencia de Jorge, revela que sí ha habido estrategias de promociones para atraer clientes: “Pusimos habitaciones con frigobar para que la gente tenga el beneficio de las bebidas incluidas”, revela.
Cómo afecta la suba del dólar al rubro de hoteles alojamiento
“Venimos de un año complicado nosotros, como todo el mundo. Los insumos -desde el cepillo de dientes, las ojotas, la ropa- son todos importados y pasan por el dólar. Y sí, aumentó mucho por eso tuvimos que ir aumentando de a poco las tarifas, aunque no en la misma proporción por supuesto”, recalca el dueño de Armenon Hotel. Y agrega: “Pasa eso de que aumenta el dólar y aumentan los precios, pero cuando baja el dólar los precios no bajan”.
Capelo se suma a las declaraciones de Jorge y asegura que muchos proveedores se guían por el precio del dólar. “Y nos cuesta muchísimo transferir esas subas en los costos a las tarifas”, concluye.