Recientemente, la actriz Nazarena Vélez rompió el silencio tras muchos años de padecimiento por su adicción a las anfetaminas para bajar de peso en un ambiente que se le volvía cada vez más exigente. Este miércoles, la productora visitó Intrusos en el Espectáculo y, tras una profunda reflexión, cargó contra Cris Morena tras el comentario completamente fuera de lugar que le hizo a Jey Mammon.
La semana pasada la creadora de tiras tan influyentes como Jugate conmigo, Chiquititas y Casi Ángeles visitó Los Mammones, el programa conducido por Jey Mammon en América TV, y se convirtió en tendencia en Twitter por una observación completamente peligrosa puesto que es sabido que los estándares de la TV, en este caso el peso, atentan contra la salud y la integridad de quienes se desempeñan y se exponen en esas tareas.
Indignada, Nazarena aprovechó la conversación con Rodrigo Lussich y Adrián Pallares sobre lo difícil que fue para ella atravesar la adicción a las anfetaminas para bajar de peso y sobre cómo la situación se le volvía más difícil a medida que los medios le exigían "verse mejor" de lo que se veía. Indignada, citó la lamentable escena que protagonizó Cris Morena.
"El otro día escuchando a Cris Morena con Jey Mammon nos damos cuenta de dónde venimos. Lo que quiere decir es que si no es Jey Mammon con todo el talento que tiene no te llama ni loca" disparó. "No lo digo por Cris, que me parece una productora increíble, pero era así. Cuando empecé a modelar empecé con las pastillas. Había quedado para una publicidad y me dijeron: 'divina, pero con mucha cola'", lamentó.
Nazarena Vélez se animó a compartir con sus seguidores de Instagram su intenso camino hacia la aceptación en el que abandonar la obsesión por la delgadez fue clave. "Siempre fui muy exigente conmigo y ahora me empecé a mirar con más compasión. Desde lo físico me estoy mirando con más piedad. Antes era despiadada conmigo... Siento que tiene que ver con eso, yo sufrí mucho con el tema del cuerpo", confesó en diálogo con Intrusos.
"Me miraba al espejo y me odiaba. Y seguía con las pastillas. Ya no tenía que ver con ser gorda o flaca, cuando tenés cagada la cabeza... Yo siento que a la gente de nuestra generación nos han cagado bastante la cabeza", agregó. Sobre su adicción a las anfetaminas, compartió: "También hago mi mea culpa, yo no me quería un carajo. Siempre quise laburar y cuanto más flaca estuve más laburo tuve. Sin querer, nos criaron con una cierta gordofobia. Estar flaca significaba estar divina".