Un estudio piloto realizado en la Universidad de Helsinki tiene como objetivo adiestrar perros para que tengan la capacidad de reconocer a través del olfato a personas infectadas con el nuevo coronavirus.
Los animales ya cumplían labores como asistentes de diagnóstico médico y ahora se busca que pueden identificar el virus que provoca la enfermedad COVID-19, según informó la agencia internacional Deutsche Welle.
El análisis arrojó que los primeros perros lograron diferenciar las muestras de orina de pacientes infectados de las de personas sanas. Anna Hielm-Björkman, directora del grupo DogRisk, como fue bautizado el proyecto, aseguró que "fue fantástico ver cuán rápido los perros localizaron el nuevo olor".
La nueva fase de investigación consistirá en preparar un estudio aleatorio en el que los animales tendrán que olfatear una mayor cantidad de muestras de pacientes. Si los resultados son óptimos, podrán utilizarse clínicamente.
A mismo tiempo, grupos en Reino Unido, Francia y Alemania, también adiestran canes rastreadores para cumplir con las mismas labores. Por el momento se desconoce qué sustancias son las que otorgan el olor distintivo a la orina que permite a los perros detectar a los enfermos.
Según autoridades alemanas, consultadas en el reportaje de Deutsche Welle, los perros podrían ser emplazados sobre todo en aeropuertos y zonas de mucho movimiento de gente, como terminales de buses y trenes.
La capacidad de los canes de identificar a personas infectadas, pero asintomáticas, podría ser un avance en la lucha contra la pandemia de Covid-19 y posibles rebrotes importantes.
Investigadores de la Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM) y la Universidad de Durham, que colaboran con la ONG Perros de Detección Médica, detallaron que un perro adiestrado puede olfatear a unas 250 personas cada hora.
James Logan, jefe del departamento de control de enfermedades de la LSHTM, ha comentado respecto las posibilidades, tomando en cuenta experiencias anteriores con otras enfermedades. Hay "una probabilidad muy alta” de revolucionar la respuesta a la enfermedad y proporcionar una herramienta de "diagnóstico rápido y no invasivo".
Los perros adiestrados como asistentes de diagnósticos médicos ya son requeridos para ayudar en la detección de otras enfermedades, como algunos tipos de cáncer e incluso el Parkinson y la malaria.
Experiencias en Sudamérica
En países como Argentina, Chile y Colombia algunas universidades también adelantan proyectos de adiestramiento de perros para la detección del Covid – 19.
Por ejemplo, en Colombia, la Universidad de Antioquia y la Nacional, en coordinación con la Universidad de Wisconsin en Estados Unidos, adiestran a un grupo de seis perros. En Chile, mediante una alianza entre la Policía Nacional y la Universidad Católica, entrenan a cuatro canes, dedicados normalmente a la detección de personas extraviadas.
En Argentina, la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires ya trabaja en el proyecto, tomando como base las investigaciones de la Escuela de Medicina Veterinaria de Alfort, en Francia. El objetivo es adaptar el programa a las “necesidades locales y sumar más evidencia científica”, comentó Paula Carancci, secretaría de la facultad.
¿Por qué los perros?
El olfato es sin duda el sentido que los perros suelen tener más desarrollado. Estos animales pueden tener entre 200 y 300 millones de receptores olfativos, dependiendo de la raza. Para entender el alcance de esta cualidad la tenemos que poner en perspectiva. Los humanos, por ejemplo, tenemos aproximadamente unos 5 millones de receptores y los gatos, unos 67 millones.
Y sí, aunque hay otros animales con mejor olfato que los perros - como caballos, elefantes o vacas - los canes son de los más fáciles de entrenar y trasladar a los lugares donde se podrían necesitar sus servicios.
Los perros también tienen la cualidad de percibir sutiles cambios de temperatura de la piel, lo cual podría contribuir a la identificación de personas con fiebre.
Cada perro puede ser entrenado para identificar un olor en específico. Su efectividad también tiene mucho que ver con las habilidades de enseñanza de su adiestrador.