La actriz Florencia Peña pidió al Sanatorio San Lucas de San Isidro que no posterguen la operación de madre a quien deben retirarle un tumor maligno en una mama. Por las nuevas restricciones para evitar contagios de coronavirus y resguardar camas de terapia intensiva, las operaciones que no eran consideradas urgentes fueron postergadas.
"Le pido al Sanatorio San Lucas de San Isidro que revea la situación de mi madre. Debía operarse un tumor maligno de su mama el lunes. Somos conscientes de la situación de colapso sanitario pero esto está dentro de lo urgente. Gracias", escribió en su cuenta personal de la red social Twitter.
Tras el comentario en las redes, Peña recibió una catarata de ataques por parte de anónimos que le cuestionaron el mensaje y le reprocharon una inexistente justificación de la situación.
"Están tan llenos de odio que asumen algo que solo una mente llena de pus puede suponer. Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance y más para q mi madre se opere. Nos acabamos de enterar. Es evidente q algunos siguen negando una realidad q nos está desbordando", respondió.
La madre de Florencia Peña tiene 78 años y tenía una cirugía programada para el lunes que fue postergada pese a que su oncólogo la considera de urgencia. "Así estamos Ella entiende. Lloramos juntas. Me angustia no poder ayudarla. Pero la situación es grave. El esfuerzo sólo puede ser colectivo", publicó.
Por saturación del sistema sanitario, la Ciudad suspendió todas las operaciones no urgentes por 30 días
El gobierno de Horacio Rodríguez Larreta tomó la determinación de suspender durante 30 días corridos "la atención programada y las intervenciones médicas vinculadas a patologías que con criterio médico que sean de carácter urgente o que puedan ser discontinuadas" en la Ciudad de Buenos Aires. Con esta idea, junto a las prepagas y obras sociales, deberán resolver la reprogramación y postergación general a las diferentes operaciones y buscarán destinar todos los recursos disponibles a la atención de pacientes contagiados con COVID-19.
Mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), el gobierno porteño dispuso dicha decisión frente a la velocidad que tomó la segunda ola y la situación epidemiológica en las últimas horas. El objetivo, más allá de destinar camas y recursos a los infectados de coronavirus, es mitigar el impacto de la pandemia y también preservar al sistema sanitario que se encuentra al borde del colapso por la cantidad de personas internados a causa de la enfermedad.
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