Julián Serrano volvió a ser el foco de críticas luego de sus contundentes declaraciones en contra de las medidas económicas del Gobierno. Pero esta vez, se lo acusó de romper con la cuarentena y de no respetar las medidas sanitarias.
El influencer está pasando la cuarentena en Panamá, su ciudad natal. Pero Serrano decidió ir a un bar en Cerrito, un pueblo vecino de Entre Ríos, que, entre otras cosas, no permite la entrada de gente de otros lugares para evitar contagios.
Serrano subió varias fotografías comiendo en el local junto a otras tres personas. La presencia del influencer no pasó desapercibida y los vecinos alertaron a las autoridades para que estén al tanto de la situación.
"Es el colmo. Nosotros hace seis meses que estamos encerrados y toda una vida viviendo en el pueblo. Viene gente de afuera pone un negocio y tiene todos los privilegios y vos te tenés que encerrar. A mi negocio solo atiendo por la ventana y mira vos lo que te enteras después. Que traen el virus de afuera. parece que el virus ahí no está. Capaz que está por algunas calles nomás", fue una de las quejas que expresó una vecina de Cerrito.
El local al que Serrano asistió emitió un comunicado pidiendo disculpas por lo ocurrido y dijo que no estaban al tanto de las normas sanitarias en Cerrito: "No sabíamos de la magnitud del caso y a su vez éramos ajenos a ciertas reglas que se cumplen en el pueblo, ya que solo nos abocamos a nuestro rubro. Hablamos en el control policial e informamos que vendrían cuatro personas de la ciudad de Paraná, dos de las cuales son encargadas de la publicidad del local. Vinieron a trabajar y acudieron con sus respectivas parejas porque no saben manejar”.
“No informamos a la comunidad la presencia de Serrano porque no queríamos aglomeración de personas. Solo tuvieron contacto con una moza del lugar y respetaron los protocolos correspondientes”, reconocieron desde el bar.
El hecho tomó tal relevancia que el intendente de Cerrito, José Palacios dio una conferencia de prensa para dar a conocer lo ocurrido: “Me puse en contacto con el subjefe de la comisaría a cargo en ese momento y solicité que se realice el procedimiento para que esas personas se retiren del lugar en el que estaban, que no correspondía”.
Además, el funcionario aseguró que continúan los controles en el ingreso de Cerrito pero que igualmente las personas encuentran distintos procedimientos para lograr ingresar. "Esas personas que ingresaron no se comunicaron conmigo ni con el ámbito municipal para solicitar la autorización", sostuvo Palacios y afirmó: "No se autorizó el ingreso de ninguna persona residente de Paraná por cualquier tipo de causa".