Con insólitos mensajes, un grupo de personas se manifestó en diferentes puntos de la Argentina en una marcha anticuarentena que tuvo una confluencia variopinta de mensajes políticos. En el podio de las teorías más descabelladas, están que la vacuna Sputnik genera atracción de metales y que las personas toman dióxido de carbono en Bolivia para combatir el coronavirus. Las fake news también dijeron presente.
"La semana pasada le pusieron la vacuna Sputnik a mi vieja que no tenía información de lo que contiene. Tiene un montón de cosas, le pusieron un imán y le quedó pegado al brazo, hijos de puta. Nadie se da cuenta de eso", afirmó un hombre en Rosario, quien antes había amenazado con echar a una trabajadora de prensa si tomaba fotografías de la marcha anticuarentena.
Una mujer en el centro porteño afirmó que en Bolivia tomaban "dióxido de carbono" para combatir el coronavirus. En realidad fue un error: quiso decir dióxido de cloro, el tóxico que tomó Viviana Canosa en un programa de televisión y que generó la muerte de dos personas en la Argentina, entre ellos un niño de 5 años.
También se hicieron presentes las fake news en la marcha como aquella que mencionó una mujer quien se hizo eco de las palabras de la macrista Patricia Bullrich al denunciar que el gobierno nacional había pedido una coima al laboratorio Pfizer.
La marcha con una baja convocatoria
Con mensajes variopintos, centenares de manifestantes marcharon en diferentes puntos de la Argentina en una protesta que tuvo escasa convocatoria. La mayoría no cumplió con la distancia social, ni tampoco usó tapabocas. La policía detuvo a más de diez personas en el Monumento a la Bandera de Rosario.
En Rosario, el caos comenzó temprano. Pasadas las 16, la policía comenzó a dispersar a los manifestantes que se resistieron y fueron detenidos. La movilización de protesta fue convocada a través de redes sociales por "Médicos por la Verdad Argentina", una agrupación que se opone a las medidas restrictivas del Gobierno para frenar la circulación del coronavirus.
Mientras la tensión en Rosario continuaba entre policías y manifestantes que se resistían a desalojar el lugar, se sucedían concentraciones en diversos puntos del país. En el Obelisco se reunía un exiguo número de personas, mientras que también se registraban minúsculos grupos de protestas en Belgrano, Caballito y otros barrios porteños, además de una marcha frente a la residencia presidencial de Olivos.