La periodista Nancy Pazos no pudo contener el llanto al recordar la muerte de su madre por coronavirus en PH, Podemos Hablar y aseguró que fue ella quien la contagió.
Pazos fue invitada a la mesa de Andy Kusnetzoff y se quebró ante una de las preguntas del conductor. Con apenas un hilo de voz, intentó ser breve y recordó la reciente muerte de su madre como consecuencia del COVID-19. “Mamá murió de COVID, no puedo hablar”, afirmó.
Pero cuando Kusnetzoff iba a pasar con el siguiente invitado, Kusnetzoff hizo un esfuerzo y apuntó: “Es muy reciente, entonces duele. Y aparte se murió estando en casa y la contagié yo. Todo mal. Es una enfermedad muy culposa también. Por eso, está bueno que haya mucha responsabilidad. Mamá estaba viviendo en casa. Tenía demencia senil y hacía siete meses que estaba con nosotros. Y no pudimos evitarlo. Se murió en tres semanas”.
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La conductora señaló que Lidia, de 72 años, vivía con ella y sus hijos, Teo, Nicanor y Tonio. Si bien se encontraba en buenas condiciones físicas, la madre de Pazos sufría demencia senil y fue la propia periodista quien decidió que no se le aplicara el tratamiento con plasma.
La ahora también columnista de Telefe aprovechó el momento para enfatizar que los televidentes se cuiden de la pandemia. “Porque realmente te sentís muy mal aunque hayas hecho todo lo posible. Es muy feo”, resaltó mientras no podía parar de llorar.
En ese sentido, indicó que "ultimamente, está todo el mundo como perdiéndole el miedo" al coronavirus y que eso "no está bueno, porque la verdad que la gente se muere". "Ahora estamos bajando el nivel de pandemia, pero estamos en el pico de muertos. Y casi como que no nos damos cuenta”, explicó.
Y agregó: “El COVID no está más en la tapa de los diarios. Porque, además, ahora está siendo fuerte la pandemia en el interior. Y acá estamos todos subidos a la ola de que se abran todos los comercios y que sintamos que no pasa nada. Pero no, es algo realmente fuerte desde todo punto de vista”.
Sobre el episodio que terminó con la muerte de su madre, Pazos sostuvo que "fue terrible, porque además hubo decisiones a tomar". "Mamá estaba internada en el Argerich. Y, como ella tenía demencia senil, no le correspondía respirador. Uno cree que puede todo, pero no se puede. Y era lógico. Yo a veces escucho casos en los que dicen que tienen una enfermedad terminal y que no les van a poner respirador porque les agarró COVID”, señaló.