Con el aumento de las tarifas, son muchas las personas que optaron por reducir el consumo eléctrico, muchas veces resignando el uso de electrodomésticos tan necesarios como la heladera. Muchos otros, optaron por buscar tips caseros para tratar de ahorrar energía sin necesidad de recurrir a medidas extremas. Uno de estos últimos cobró popularidad en el último tiempo, ya que consiste en colocar un corcho en el interior de la heladera para optimizar el rendimiento del electrodoméstico, ya que mejora la distribución del aire frío.
Según un estudio de la Universidad de Hardvard, el corcho, debido a su composición porosa natural, tiene la capacidad de absorber la humedad, lo que ayuda a que el aire dentro del refrigerador circule mejor y se mantenga más seco. Esto no solo reduce la cantidad de trabajo que debe hacer el motor para mantener la temperatura ideal, sino que también ayuda a conservar los alimentos frescos por más tiempo, lo que se traduce en un menor consumo energético.
Por si esto fuera poco, este pequeño ajuste también puede prevenir la acumulación de malos olores en la heladera. Gracias a su capacidad de absorción, el corcho actúa como un neutralizador natural de olores, eliminando los aromas indeseados que suelen aparecer con ciertos alimentos.
Los 5 electrodomésticos que hay que desenchufar para ahorrar en energía
El consumo de energía en el hogar puede aumentar de forma casi imperceptible, especialmente por el uso de electrodomésticos que, incluso cuando no están en funcionamiento, siguen gastando electricidad. Este fenómeno, conocido como “consumo fantasma”, puede ser evitado con algunas prácticas simples. Desenchufar ciertos electrodomésticos no solo es una medida efectiva para ahorrar electricidad, sino que también puede contribuir a reducir la factura mensual y proteger el medio ambiente.
Un electrodoméstico que pasa desapercibido en cuanto al consumo energético es la cafetera. Aunque su tamaño es chico, si permanece enchufada constantemente, sigue consumiendo energía, sobre todo si cuenta con funciones de mantenimiento de calor o temporizadores. Para ahorrar electricidad, es recomendable desenchufarla después de cada uso, evitando así el consumo innecesario que, a largo plazo, se acumula. Este sencillo gesto puede hacer una gran diferencia en el ahorro de energía a lo largo del mes.
El microondas es otro aparato que suele estar enchufado de manera permanente, a pesar de que se utiliza solo en momentos puntuales. El reloj digital y otras funciones mantienen un gasto de electricidad continuo, lo que contribuye al aumento del consumo eléctrico del hogar. Desenchufar el microondas cuando no se está utilizando es una acción sencilla que puede contribuir significativamente al ahorro energético. Aunque parece un electrodoméstico de bajo consumo, sus efectos se notan en el largo plazo.
Muchos creen que apagar el televisor o el equipo de sonido es suficiente para detener el consumo de energía, pero en realidad estos dispositivos siguen utilizando electricidad mientras están conectados. Los llamados “modos en espera” o "standby" permiten que las luces piloto permanezcan encendidas, y algunos circuitos internos continúan funcionando. Para evitar este consumo fantasma, es recomendable desenchufar tanto los televisores como los equipos de sonido cuando no están en uso. Incluso se pueden utilizar zapatillas con interruptores para facilitar el proceso de desconexión.
Las consolas de videojuegos, como otros dispositivos electrónicos, tienden a consumir energía mientras permanecen en modo de espera. Aunque no se estén utilizando, siguen conectadas a la red eléctrica y gastando energía. En especial, los modelos más nuevos suelen contar con funciones de actualización automática que requieren estar enchufadas todo el tiempo. Para reducir este consumo, es importante desenchufar las consolas cuando no se usan o, en su defecto, aprovechar temporizadores o enchufes inteligentes para programar su encendido y apagado automático.
El router del internet es uno de los aparatos que más pasa desapercibido cuando se habla de ahorro energético. Debido a su necesidad de estar en funcionamiento continuo para ofrecer conexión a internet, muchas personas nunca lo desconectan. Sin embargo, apagar el router por las noches o cuando no se necesita conexión, puede ayudar a reducir el gasto energético sin afectar de manera significativa el servicio. De esta manera, se evita un gasto innecesario durante las horas en las que no se requiere su uso.