La hipertensión arterial es una enfermedad altamente prevalente en la sociedad y es por eso que muchas personas están bajo tratamiento con medicamentos llamados antihipertensivos. El otro tipo de enfermedad que incluye a la presión es la hipotensión arterial, que puede causar desmayos o mareos debido a que el cerebro no recibe suficiente sangre.
Sin embargo la hipertensión es más peligrosa porque se la conoce como “silente”; es decir, en muchas circunstancias el paciente no tiene la posibilidad de detectarla ya que no tiene síntomas. Por eso es muy importante saber que los adultos deberían tomarse su tensión arterial de manera periódica y si esta, por cualquier motivo, diera elevada, se recomienda consultar con algún profesional de la salud.
Tanto saber bajar como subir la presión terminan siendo datos útiles para tener a mano por posibles casos cercanos o por si hay que ayudar a alguien que se desvanece en la calle. Nunca se sabe cuándo va a ser necesario este tipo de conocimiento. Además, es importante reconocer los síntomas de la presión baja y alta para comunicarle a otra persona ese malestar.
Cómo bajar la presión
La presión alta muchas veces no da síntomas. En otras ocasiones puede manifestarse con dolor de cabeza o nuca, cierta dificultad para respirar, sensación de mareos, cambios en la visión, palpitaciones y, rara vez, sangrado nasal. Si la persona afectada no está diagnosticada como hipertensa, siempre lo mejor es realizar una consulta médica.
Aún así, hay medidas que se pueden tomar para controlar la presión:
- Bajar de peso, sobre todo ante la presencia de sobrepeso u obesidad.
- Controlar la dieta incorporando frutas y vegetales, alimentos de bajo contenido en grasas y productos lácteos descremados.
- Reducir el consumo de sal con los alimentos.
- Incorporar actividad física aeróbica, al menos 30 minutos diarios casi todos los días de la semana.
- Disminuir el consumo de alcohol.
- Controlar el estrés.
Cómo subir la presión
Hay personas que, por diferentes motivos, pueden notar una caída de la presión arterial. Generalmente, se puede acompañar de sensación de mareos, decaimiento general, sueño y hasta sensación de desvanecimiento en algunos casos. La o el profesional de la salud que atiende a este tipo de personas debe priorizar descubrir la causa de la presión baja. Además de considerar enviar algún medicamento para los episodios más fuertes.
Mientras tanto, cuando se nota que la tensión está baja es muy importante incorporar ciertas medidas:
- Evitar levantarse demasiado rápido.
- No hacer movimientos bruscos.
- Evitar actividades extenuantes.
- Contemplar la posibilidad de hacer reposo en el domicilio, para no agravar los síntomas.
- Ingerir mayor cantidad de líquidos o hasta algunas veces incorporar algún alimento con sal temporariamente.