La pérdida de memoria es uno de los miedos más grandes entre los adultos mayores. A lo largo de los años, la ciencia estudió diferentes maneras de prevenir el Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas que la provocan. Históricamente, se creyó que la manera más efectiva de esto es hacer crucigramas. Sin embargo, recientes investigaciones científicas señalaron que existe otro hábito aún más eficaz para conservar la memoria para siempre.
El Alzheimer es una de las enfermedades que más preocupación generan, no solo en la población general sino también entre los médicos. Un reciente realizado en la Universidad de Toronto comprobó que un hábito en particular previene significativamente los problemas cognitivos, garantizando así una óptima salud cerebral. Si se practica con constancia, se puede llegar a una edad avanzada sin tener problemas de memoria.
Mark Antoniou, profesor asociado de la Universidad Western Sydney en Australia y especialista en bilingüismo, sostuvo: "El lenguaje se utiliza en todos los aspectos de la vida diaria, por lo que un cerebro bilingüe trabaja de forma constante. No se obtiene eso de otras experiencias enriquecedoras, como tocar un instrumento musical". Los resultados fueron sorprendentes: se comprobó que aprender idiomas mejora las facultades neurológicas, ya que fortalece al cerebro y lo vuelve más resistente al desarrollo de patologías.
Además, la investigadora Caitlin Ware sumó que "el beneficio cognitivo está en inhibir tu lengua materna", ya que "el cerebro se ve obligado a hacerlo si se está tratando de recordar las palabras correctas en otro idioma, entonces, si se usa mucho el segundo idioma, se obtiene ese entrenamiento". Por último, el estudio comprobó que quienes estudiaron idiomas desarrollaron pérdida de memoria cuatro años después de quienes no lo hicieron.
Este poderoso superalimento previene el Alzheimer y el Parkinson
Existen muchos superalimentos con propiedades antiinflamatorias que son capaces de prevenir enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson. Una de ellas es la cúrcuma, una especia derivada de la planta Curcuma Longa, de la familia del jengibre, y que además mejora significativamente la función hepática. ¿Qué beneficios tiene consumir cúrcuma y cómo se hace?
La cúrcuma fue usada a lo largo de los siglos como un remedio natural en la medicina tradicional asiática, ayurvédica e hindú. Entre todos sus beneficios, se destaca su capacidad antiinflamatoria. Esto es posible gracias al compuesto llamado curcumina, presente en la cúrcuma, que tiene enormes propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
Beneficios de la cúrcuma
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Protege el hígado y el estómago: está comprobado que la cúrcuma reduce la inflamación del hígado y del tracto gastrointestinal, aliviando síntomas molestos en personas con problemas hepáticos, síndrome de intestino irritable o enfermedad inflamatoria intestinal.
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Mejora la salud del corazón: según algunos estudios, la cúrcuma puede reducir la inflamación del corazón. De esta forma, podría prevenir enfermedades cardiovasculares.
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Desinflama el cerebro, previene el Alzheimer y el Parkinson: también algunas investigaciones sugirieron que las propiedades antiinflamatorias de la cúrcuma podrían ser muy beneficiosas para el cerebro, ayudando a reducir su inflamación y el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como lo son el Alzheimer y el Parkinson.
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Fortalece las defensas y previene enfermedades: la cúrcuma fortalece el sistema inmunológico, lo que resulta muy beneficioso para prevenir el ataque de virus, bacterias y hongos.
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Desinflama y alivia el dolor de los huesos y articulaciones: sus propiedades antiinflamatorias convierten a la cúrcuma en una excelente aliada para todas aquellas personas que sufren de dolor y problemas en los huesos y articulaciones, ya que desinflama y mejora su movilidad. Asimismo, es excelente para quienes sufren artritis.
Receta de jugo antiinflamatorio de cúrcuma
Ingredientes
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Cúrcuma en polvo (2 cucharaditas).
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Jengibre fresco (2 o 3 centímetros de jengibre).
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1 limón.
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1 naranja.
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1 zanahoria.
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1 manzana verde.
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Pimienta negra (una pizca para activar sus propiedades).
Preparación
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Lavar y pelar bien el jengibre. Cortarlo en trozos pequeños.
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Exprimir el jugo del limón y de la naranja, previamente lavados.
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Lavar y cortar en trozos la manzana y la zanahoria.
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Llevar todo a un extractor de jugos o licuadora.
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Agregarle la pizca de pimienta.
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Una vez que esté todo bien mezclado, llevarlo a un vaso.
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¡Listo! Podés agregarle hielo para beberlo más frío.