Consumir alimentos ricos en colágeno es fundamental para una salud óptima, así como elegir aquellos capaces de disminuir los niveles de colesterol. Encontrar un alimento con estas dos características puede ser todo un desafío, pero afortunadamente, existe un superalimento que es rico en colágeno, y que además, disminuye significativamente el colesterol "malo". Si se consume a diario, en sintonía con una dieta equilibrada y balanceada, se pueden alcanzar estos dos objetivos.
El colágeno es una proteína que se encuentra en el cuerpo, pero que a partir de cierta edad, deja de fabricarse. Por esta razón, es fundamental adquirirla a través de la alimentación. El colágeno ayuda a mantener los huesos, los músculos y las articulaciones saludables, además de ser muy beneficioso para la piel, el cabello y las uñas. Por otro lado, es importante regular los niveles de colesterol "malo", para prevenir enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
Cuál es el superalimento que aumenta el colágeno y reduce el colesterol
Se trata de la sardina, uno de los pescados más consumidos en todo el mundo. La sardina es rica en colágeno, ácidos grasos como omega-3, hierro, fósforo y calcio; además de Vitamina D y B12. Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno de España, la sardina es un superalimento clave para "fortalecer el crecimiento neuronal y mantener la salud de las articulaciones". Además, gracias a las vitaminas y minerales que contiene, es capaz de regular los niveles de colesterol.
Qué es el "caldo levanta muertos", el caldo rico en colágeno
El caldo de huesos, también conocido como "caldo levanta muertos", es una bebida natural rica en colágeno y nutrientes, que aporta una gran cantidad de beneficios para la salud. Además, aporta un rejuvenecimiento desde adentro hacia afuera. A continuación, te contamos cuáles son los beneficios del caldo de huesos y cómo prepararlo para incorporarlo en tu dieta de manera regular y aprovechar sus beneficios al máximo.
Beneficios del caldo de huesos
- Tiene un alto contenido de colágeno: Consumir caldo de huesos regularmente puede ayudar a tener una piel mucho más saludable y juvenil, recuperar el cabello dañado, fortalecer las uñas y fortificar las articulaciones.
- Fortalece los huesos y promueve el bienestar general: El caldo de huesos aporta una amplia variedad de nutrientes, como magnesio, fósforo, calcio, entre muchos otros. Como consecuencia, los huesos se vuelven mucho más fuertes y el organismo puede trabajar mejor, propiciando un bienestar general.
- Fortalece el sistema inmunológico: Gracias a sus nutrientes y minerales, el caldo de huesos puede reforzar significativamente el sistema inmunológico, previniendo enfermedades.
- Beneficia el aparato digestivo: La gelatina que contiene el caldo de huesos protege al revestimiento gastrointestinal. Por esta razón, es un alimento clave para quienes sufren de problemas digestivos, como gastritis, síndrome de intestino irritable o síndrome de intestino permeable.
- Mantiene la hidratación: La hidratación es fundamental para tener un organismo saludable y joven. El caldo de huesos es ideal para mantenerse hidratado, ya que proporciona líquidos con nutrientes esenciales.
Receta del caldo de huesos
Ingredientes
- 1 kilo de huesos de animal (carne vacuna, pollo)
- Abundante agua (aproximadamente 6 litros, tiene que cubrir todos los huesos por completo)
- 2 cucharadas de vinagre de manzana
- Sal a gusto
- Agregados a gusto (puede ser ajo picado, hojas de laurel, cebolla, zanahoria o el vegetal que desees)
Preparación
- Lavar bien todos los huesos.
- Precalentar el horno a 200°.
- Colocar los huesos en la bandeja del horno y dejarlos asar durante 30 o 40 minutos. Tienen que quedar dorados.
- Pasar los huesos a una olla con abundante agua fría.
- Agregarle el vinagre de manzana y dejar reposar durante 40 minutos.
- Encender la hornalla y ponerla a fuego alto. Una vez que hierva, bajar el fuego.
- Agregar los vegetales y condimentos.
- Bajar a fuego lento y dejar que se cocine durante 24 horas, con la tapa de la olla cubriéndolo.
- Una vez que pasen 24 horas, retirar la olla del fuego. Dejar que el caldo se enfríe a temperatura ambiente.
- Cuando esté enfriado, colarlo para eliminar los huesos y vegetales y quedarse con el líquido. Pasar el líquido a otra olla o recipiente grande. Guardar en la heladera durante varias horas.
- Tiene que quedar una textura de gelatina.
- ¡Listo! Podés consumirlo así solo o prepararlo como base para otras recetas, como por ejemplo, una sopa.