Después de un largo verano explotando al máximo las zapatillas blancas en todos los outfits llega el momento de parar un poco, mirarlas de cerca y dejar de ignorar que ya piden un lavado a los gritos. Para empezar las clases y el trabajo con las zapatillas blancas ya conocidas, pero como si fueran nuevas.
Limpiar zapatillas ya es complejo de por sí porque la forma vuelve difícil llegar a todos los rincones o porque tardan mucho tiempo en secarse al aire libre. Así que siempre vienen bien esos tips que pueden alargar su vida útil y volver su limpieza un poco más fácil: desde jabón y agua hasta bicarbonato y vinagre o jabón de Marsella.
Los cordones, la tela y la suela, cada parte tiene sus trucos y particularidades al momento de restaurar el blanco impoluto que tanto gustó la primera vez que salieron de su caja. No esperes hasta el próximo verano para lavarlas y volver a usarlas porque las manchas se fijan aún más si no se las lava cerca del momento en que se realizan.
Cómo lavar los cordones
Antes de pasar de lleno a la tela, es importante sacar los cordones para quitarles toda la mugre que se acumula en ellos. Una vez se los retira de la zapatilla se podrán observar las partes negras o grises que se forman en los dobleces. La primera opción para sacar esas manchas es ponerlos en remojo en un recipiente con agua tibia, jabón y vinagre blanco. Acto seguido, frotar con insistencia hasta quitar la suciedad.
Si eso no funciona, será necesario dejarlos 30 minutos en remojo en una mezcla de dos tazas de agua, cuatro cucharadas de bicarbonato de sodio y otras cuatro de vinagre blanco. Pasado ese tiempo, volver a frotar con fuerza. No hay cordón que esté tan sucio como para resistir a esa mezcla.
Tres formas de limpiar las zapatillas blancas
Una vez que los cordones estén listos y secándose en la soga o el tender, queda la parte más compleja: la tela de las zapatillas. Para dejarla como nueva hay tres opciones que pueden servir dependiendo de la cantidad de suciedad que tengan. Además de la posibilidad de lavarlas en el lavarropas como una prenda más, ya sea en una bolsa de lavado o de forma individual con un ciclo de lavado corto.
Usar bicarbonato de sodio y vinagre blanco
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Mezclar 1/4 taza de bicarbonato de sodio con dos tazas de vinagre blanco y espera que la composición se integre. Eso será cuando el efecto efervescente baje.
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Frotar la mezcla sobre la zapatilla con la ayuda de un cepillo.
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Dejar reposar la mezcla entre 15 y 20 minutos.
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Enjuagar y disfrutar de las zapatillas relucientes.
Usar jabón de Marsella
El jabón de Marsella es un producto histórico que tiene su origen en al año 1370 y al que se le atribuyen muchos usos: desde la limpieza de indumentaria hasta el higiene personal y el uso como antiséptico ya que es hipoalergénico. Está fabricado con aceites vegetales que se elaboran en la zona de Marsella, Francia.
Este método es recomendable para zapatillas que no perdieron su blancura y recién se empiezan a manchar. Simplemente hay que pasar el jabón por las manchas con la tela húmeda, frotar y enjuagar.
MÁS INFO
Lavar a mano
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En un recipiente profundo añadir abundante agua fría y un poco de jabón especial para lavar a mano.
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Frotar toda la zapatilla con la ayuda de un cepillo suave (de dientes o de ropa).
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Enjuagar con abundante agua fría para eliminar todos los restos de jabón.
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Dejar secar al aire libre con la lengüeta de la zapatilla en el exterior.