Ingenieros especializados en la construcción de naves espaciales de la NASA para explorar mundos lejanos están diseñando una flota de sondas robóticas submarinas para medir la rapidez con que el cambio climático está derritiendo vastas capas de hielo alrededor de la Antártida y lo que ello significa para el aumento del nivel del mar.
Un prototipo de los vehículos sumergibles, en desarrollo por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, cerca de Los Ángeles, fue probado en un campamento de laboratorio de la Marina estadounidense en el Ártico, donde se desplegó bajo el helado mar de Beaufort, al norte de Alaska, en marzo.
"Estos robots son una plataforma para llevar instrumentos científicos a los lugares más difíciles de alcanzar de la Tierra", dijo Paul Glick, ingeniero de robótica del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) e investigador principal del proyecto IceNode, en un resumen publicado el jueves en el sitio web de la NASA.
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El objetivo de las sondas es proporcionar datos más precisos sobre el ritmo al que el calentamiento de las aguas oceánicas que rodean la Antártida está derritiendo el hielo costero del continente, lo que permitirá a los científicos mejorar los modelos informáticos para predecir el futuro aumento del nivel del mar.
El destino de la mayor capa de hielo del mundo es uno de los principales objetivos de los casi 1.500 académicos e investigadores reunidos esta semana en el sur de Chile con motivo de la XI Conferencia del Comité Científico de Investigación sobre la Antártida.
Un análisis del JPL publicado en 2022 descubrió que el adelgazamiento y el desmoronamiento de la plataforma de hielo de la Antártida habían reducido su masa en unos 12 billones de toneladas desde 1997, el doble de las estimaciones anteriores.
Según la NASA, si se derrite por completo, la pérdida de la plataforma de hielo del continente elevaría el nivel global del mar unos 60 metros.
Los vehículos cilíndricos, de unos 2,4 metros de largo y 25 centímetros de diámetro, se lanzarían desde perforaciones en el hielo o desde embarcaciones en el mar.
Con información de Reuters