David Cronenberg, que ha hecho una carrera de lo macabro, descubrió que hacer su nueva película "The Shrouds", profundamente personal, no disminuyó el dolor que siente por la muerte de su esposa.
"Realmente no pienso en el arte, y especialmente no pienso en mi arte como catártico", dijo a Reuters el director canadiense conocido por clásicos del terror corporal como "La Mosca" y "Cuerpos Invadidos", el martes en el Festival de Cine de Cannes.
"The Shrouds", que se estrenó el lunes por la noche, es la séptima vez que Cronenberg compite por el máximo galardón del festival, la Palma de Oro.
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"Si estás de luto, no disminuye el luto. Pero significa que lo abordas, lo reconoces y juegas con él en cierto modo", dijo el director.
Cronenberg comenzó a escribir "The Shrouds" como un homenaje a su esposa de más de cuatro décadas, después de que ella muriera en 2017.
Vincent Cassel interpreta a Karsh, un viudo que ha creado una tecnología que permite a los familiares ver a su ser querido descomponerse en la tumba después de que su propia esposa muriera de cáncer.
Su esposa muerta, interpretada por Diane Kruger, acude a él como una visión cuando observa su cuerpo desde una aplicación. Observa extraños crecimientos en el cuerpo, lo que desencadena una búsqueda de respuestas a la que se unen su cuñada, también interpretada por Kruger, y el paranoico ex marido de ésta, interpretado por Guy Pearce.
Cronenberg afirma que "The Shrouds" puede no ser la película más accesible en cuanto al tratamiento del tema de la vida y la muerte.
La crítica se mostró decepcionada, y el sitio web de noticias de entretenimiento Deadline escribió: "Independientemente de lo que se pueda esperar de Cronenberg como autor distintivo (humor irónico, ritmo moderado, revolcarse exultante en suciedad), no se espera que la narración explote en pedazos. Eso sí que es un nuevo tipo de repulsión".
(Reportaje de Alicia Powell y Miranda Murray; Editado en español por Héctor Espinoza)