Bajo la nieve que adorna las cumbres de la Cordillera de Los Andes cercanas a la capital chilena, los centros de esquí volvieron a llenarse de turistas extranjeros, que no habían podido llegar en las dos últimas temporadas debido a las restricciones por la pandemia de COVID-19.
Hasta finales del año pasado, Chile impuso un estricto cierre de sus fronteras a visitantes extranjeros en un intento por contener los contagios, lo que fue relajando en la medida que avanzó su masivo programa de vacunación.
"El 95% de nuestros clientes extranjeros son brasileños y ya están llegando en cantidades grandes y se viene una temporada prometedora", dijo Andrés Vásquez, quien ha trabajado como instructor durante 35 años.
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Los centros de esquí atraían todos los años al país sudamericano a muchos turistas, principalmente brasileños, para aprovechar la temporada de invierno austral, pero el año pasado solamente pudieron ser visitados por algunos residentes locales.
"Compramos el viaje hace dos años pero solo logramos venir ahora", dijo Carolina Prado, una turista brasileña que intentaba aprender a esquiar en uno de los centros.
"Es muy lindo, pero es muy difícil (aprender)", agregó entre risas.
Visitantes destacaron además que este año ha caído bastante nieve en contraste con otras temporadas, lo que mejora las condiciones para practicar distintas disciplinas.
"Con la nieve caída estamos contentos porque hemos recuperado los extranjeros que durante la pandemia no pudieron venir", comentó Myriam Torralbo, gerente de actividades de montaña del centro Valle Nevado.
Con información de Reuters