Un equipo de científicos europeos ha desarrollado un algoritmo de inteligencia artificial (IA) capaz de interpretar los sonidos de los cerdos, con el objetivo de crear una herramienta que pueda ayudar a los ganaderos a mejorar el bienestar de los animales.
Según Elodie Mandel-Briefer, bióloga del comportamiento de la Universidad de Copenhague que codirige el estudio, el algoritmo podría alertar a los ganaderos de las emociones negativas de los cerdos y mejorar así su bienestar.
Los científicos, procedentes de universidades de Dinamarca, Alemania, Suiza, Francia, Noruega y la República Checa, utilizaron miles de sonidos grabados de cerdos en distintos escenarios, como el juego, el aislamiento y la competición por la comida, para descubrir que los distintos gruñidos, mugidos y chillidos revelan emociones positivas o negativas.
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Aunque muchos ganaderos ya conocen bien el bienestar de sus animales observándolos en el corral, las herramientas existentes miden sobre todo su estado físico, explica Mandel-Briefer.
"Las emociones de los animales son fundamentales para su bienestar, pero no las medimos mucho en las granjas", dijo.
El algoritmo demostró que los cerdos criados al aire libre, en libertad o en granjas ecológicas con la posibilidad de deambular y cavar en la tierra producían menos llamadas de estrés que los criados de forma convencional. Los investigadores creen que este método, una vez completamente desarrollado, podría utilizarse también para etiquetar granjas, ayudando a los consumidores a elegir con conocimiento de causa.
"Cuando la herramienta funcione, los granjeros podrán tener una aplicación en su teléfono que traduzca lo que dicen sus cerdos en términos de emociones", explica Mandel-Briefer.
Los gruñidos cortos suelen indicar emociones positivas, mientras que los largos suelen señalar malestar, como cuando los cerdos se empujan junto al comedero. Los sonidos de alta frecuencia, como gritos o chillidos, suelen significar que los cerdos están estresados, por ejemplo, cuando sienten dolor, se pelean o se separan unos de otros.
Los científicos utilizaron estos hallazgos para crear un algoritmo que emplea IA.
"La inteligencia artificial nos ayuda a procesar la enorme cantidad de sonidos que recibimos y a clasificarlos automáticamente", explica Mandel-Briefer.
Con información de Reuters
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