La emisión del miércoles del Cantando 2020 tuvo un fuerte momento de tensión al aire: Nacha Guevara dijo que le iba a resultar imposible ser objetiva en sus devoluciones porque no podía ver ni escuchar a los participantes.
La integrante del jurado del certamen tenía que evaluar el debut de Gladys La Bomba Tucumana y su hijo, Tyago Griffo, en la pista. Después de su presentación, Ángel de Brito destacó la seriedad de Nacha Guevara y asumió que había un problema. “Estoy viendo unas caras”, dijo el periodista y le preguntó a la artista en qué estaba pensando.
Guevara no se guardó nada y se mostró indignada con las condiciones en las que se encuentra para poder evaluar a los participantes. “Saben qué: ni los veo ni los oigo. Porque para poder verlos tengo que asomarme y salir de mi área de seguridad. Así que me van a tener que disculpar, chicos”, aseguró Nacha visiblemente molesta.
Inmediatamente, Laurita Fernández intentó buscar una solución al problema que tanto inquietaba a la cantante y le preguntó a la producción si no le podían poner una banqueta al lado de los coachs para que pudiera escuchar el tema. Pero Guevara respondió: “No puedo estar circulando, prefiero quedarme acá”.
Resignada, Guevara le pidió perdón a Gladys La Bomba Tucumana y a Tyago Griffo porque reconoció que no iba a poder evaluarlos como corresponde. “No voy a ser objetiva, tal vez, porque ni los veo ni los escucho”, dijo.