Muchos eligen para comenzar su día o seguir energéticos durante el medio de su rutina tomar una buena taza de café, ya sea de especialidad o preparada en casa, algunos deciden agregarle azúcar o edulcorante para disminuir un poco su amargor, pero ¿está bien?¿Por qué no hay que servir el café con azúcar?
¿Por qué el café no hay que servirlo con azúcar?
De acuerdo a los expertos, el café no debería llevar azúcar, ni edulcorante. Lo cierto es que, si bien es perjudicial para la salud, intentar endulzarlo solo es señal de la mala calidad del grano de café porque cuando esta bebida es de baja calidad, especialmente la variedad robusta, tiende a ser más amargo por su alta concentración de cafeína. Mientras que el café de la variedad arábica, con menos cafeína, suele tener un sabor más dulce y ácido que permite apreciar mejor los sabores naturales del grano.
Según los especialistas de Harvard Medical School, añadirle mucha azúcar al café puede tener consecuencias negativas para la salud como aumentar problemas cardiovasculares o la presión arterial y favorecer al riesgo de diabetes tipo II y ciertos tipos de cáncer. Además, el azúcar termina restándole todas las propiedades beneficiosas al café como el aumento de energía, la mejora en las funciones cognitivas, el mantener activa la memoria y el control de peso.
Cuáles son los errores que se cometen al hacer el café en casa
Medida de granos
- Tras introducir al café azúcar, edulcorantes, leche o especias de alta calidad puede influir significativamente en el sabor final. El sabor del café depende en gran medida de la calidad de los granos, por este motivo comprar granos frescos y de buena calidad es crucial.
Temperatura incorrecta del agua
- El café debe elaborarse con agua que tenga una dureza de entre 17 y 85 mg por litro, para equiparar de esta manera la calidad del agua para potenciar los sabores del café.
No limpiar la cafetera de forma regular
- Los residuos de café viejo pueden afectar el sabor de nuevas preparaciones. Es relevante limpiar la cafetera y los equipos regularmente.
Usar la molienda incorrecta
- Distintos métodos de preparación requieren diferentes tamaños de molienda. Por ejemplo, el café de prensa francesa necesita una molienda gruesa, mientras que el espresso precisa una molienda muy fina.
No usar el equipo adecuado
- Para elaborar el café, es necesario aplicar equipos específicos debido a que puede perfeccionar significativamente la calidad de la bebida energética.