Muchos eligen tomar café para comenzar sus mañanas o tener un shock energético para seguir su día. Si bien hay diferentes tipos, sólo uno es el café más caro del mundo y está hecho de un ingrediente particular: caca.
Se trata del café de civeta, que puede costar 94 euros los 100 gramos de granos sin moler y alrededor de 900 euros el kilo. Qué es el café de civeta y cómo se elabora.
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¿Qué es el café de civeta?
En sí el café de civeta es excremento del animal. La civeta de las palmeras común (Paradoxurus hermaphroditus) es un mamífero salvaje que se encuentra en el sudeste asiático y posee una larga cola parecida a la del mono, marcas en la cara como un mapache y rayas o manchas en su cuerpo.
Su papel en el ecosistema es clave, se alimenta de insectos, otros pequeños mamíferos, frutos y tiene una habilidad particular: elige las bayas de café cuando se encuentran en su mejor estado de maduración y al comerlas ingiere la pulpa pero no el grano, por lo que cuando pasan por su aparato digestivo las enzimas eliminan su amargor y logra expulsar los granos de café más suaves.
Es decir, expulsan los granos parcialmente digeridos que son recolectados de sus heces. Las personas los lavan, pelan, tuestan y muelen de manera natural.
Críticas al café de civeta
Si bien en los últimos años ha ganado popularidad a pesar su valor, el café de civeta también cosechó críticas. Según afirma un experto en café citado en un artículo para la Specialty Coffee Association of America (la organización comercial para tostadores de café gourmet y baristas), el kopi luwak no es tan bueno porque, aunque el proceso digestivo de las civetas hace que el café sea más suave, también elimina los buenos ácidos y los sabores que caracterizan a una taza de café gourmet.
Además, los cuestionamientos crecen en torno a la forma de producirlo. Ya que como ha crecido su popularidad, ahora las civetas pasaron a estar confinadas en jaulas en las plantaciones de café. Lo que lleva no sólo a la explotación animal, sino a que los animales produzcan el café a partir, ya no de los mejores granos que encuentran, sino de los que le proveen.
Es que las civetas salvajes escogen y eligen los granos de café más selectos para comer, mantener a las civetas en jaulas y alimentarlas con cualquier tipo de grano hace que se genere un producto "de segunda". Además, las civetas pasan a tener una dieta únicamente de granos de café y muchas no tienen acceso a agua limpia, ni la oportunidad de interactuar con otras civetas.
Por otro lado, es difícil diferenciar si una bolsa de kopi luwak viene de civetas salvajes o enjauladas. En 2013, una investigación encubierta reveló en la BBC cómo el café de civetas enjauladas en condiciones infrahumanas terminaba etiquetado como café de civeta salvaje en Europa.