Hoy, 2 de diciembre, Britney Spears cumple 40 años y esta no es una celebración más. Por primera vez en casi 14 años la cantante podrá festejarlo en libertad. Esto es así ya que el pasado 12 de noviembre la jueza Brenda Penny le puso fin al coservatorship que pesó sobre la cantante desde el 2008 y que estuvo a cargo de su padre Jamie Spears.
Esta situación se debió a que, según aseguraron en aquel entonces, la artista no se encontraba en condiciones mentales para ser autónoma. Inicialmente, se sostuvo que esta vigilancia y control sobre su vida iba a ser temporal, pero luego pasó a ser permanente.
Durante todo ese tiempo, entre muchas cosas, Britney no pudo disponer libremente de su dinero, ni manejar, ni votar, ni decidir cuándo ver a sus dos hijos, ni “postear” en sus redes sociales sin previa supervisión, ni hablar con la prensa sobre esta situación.
Además, en una de sus declaraciones ante la jueza, reveló que fue obligada a trabajar bajo amenaza y medicada con psicofármacos contra su voluntad: “Le dije al mundo entero ‘estoy bien y estoy feliz’, pero es mentira (…) Es vergonzoso y desmoralizador lo que he atravesado. Esa es la razón principal por la que nunca lo he dicho abiertamente. Quiero recuperar mi vida”.
Britney tampoco pudo disponer de su propio cuerpo a lo largo de todo este tiempo. En esa misma audiencia, detalló que no le permiten quitarse el Dispositivo Intra Uterino (DIU) que tiene colocado pese a que desea casarse con su novio, Sam Asghari, y tener más hijxs.
Recordemos que eran dos las tutelas que pesaban sobre la artista: la personal, que finalizó el 12 de noviembre, y una financiera, que se encuentra en manos de John Zabel y por la cual habrá una nueva audiencia en los próximos meses.
Mientras tanto, continuará la investigación sobre la malversación de fondos a lo largo de estos 13 años de conservatorship. Por su parte, la cantante también dejó en claro en su momento que quiere “enjuiciar” a su padre y su familia por los abusos de poder a lo largo de todos los años de tutela.
Hace pocos meses, también a través de su cuenta de Instagram, anunció que finalmente se comprometió con su novio.
En palabras de su abogado, Mathew Rosengart, “lo que que sigue ahora para Britney depende de una sola persona: Britney”.
“El movimiento #FreeBritney me salvó la vida”
La frase fue pronunciada por la cantante apenas cuatro días después de que se conociera la resolución en un video que publicó en su cuenta personal de Instagram (y que luego fue “bajado” de la red social). En esa oportunidad, también dijo que le preguntan mucho qué hará ahora que terminó el conservatorship a lo que ella responde que podrá tener las llaves de su auto, una tarjeta de crédito, y manejar dinero. “Son cosas pequeñas pero que hacen la diferencia”, señaló.
“El movimiento FreeBritney... ustedes son lo máximo. Honestamente, mi voz estuvo silenciada y amenazada por mucho tiempo. Sinceramente, creo que me han salvado la vida”, aseguró.
Finalmente, expresó su deseo de que su caso tenga impacto y genere cambios en el “sistema corrupto”. “No estoy aquí para ser víctima. Viví con víctimas toda mi vida desde niña y por eso me fui de mi casa y trabajé desde chica. Estoy aquí para ser defensora de las personas con discapacidades y enfermedades reales”, añadió.
El movimiento nació en 2019, luego de que Britney declarara en una de las audiencias en el marco del conservatorship. En ese entonces, la cantante ya había denunciado a su padre pero la jueza no tuvo en cuenta la situación. Sin embargo, quienes sí repararon en todo esto fueron sus fans.
Esto dio origen al movimiento FreeBritney que rápidamente se extendió a una gran cantidad de países y que funcionó a modo de denuncia sobre estos abusos: Si Britney no se encuentra en condiciones mentales para ser autónoma, ¿cómo es posible que continúe trabajando? ¿Cómo puede generar millones de dólares de ganancias? Y si en cambio se encuentra mejor de lo que dicen, ¿por qué sigue sumergida en este proceso?
A lo largo de este año, se estrenaron los documentales “Framing Britney Spears” y “Britney Vs. Spears” que avalan la hipótesis que sostuvieron sus fans en los últimos años.
Sus comienzos
Britney nació en Kentwood, un pueblo ubicado en los suburbios del estado de Luisiana, en el corazón del conservador sur de Estados Unidos. La hija del medio de Lynne y Jamie Spears, fue llevada a cuanto concurso artístico aparecía con el propósito de descubrir nuevos talentos. La joven Britney no tardó mucho en insertarse en la industria musical.
En 1992, luego de inicialmente ser rechazada en el casting porque era muy chica, fue contratada para formar parte del El Club de Mickey Mouse, un programa infantil del que también participaron Justin Timberlake y Christina Aguilera.
En 1998, en la época en la que eran un boom las boybands, se lanzó oficialmente al mercado como solista con Baby One More Time, un álbum que tuvo una repercusión inesperada. La imagen de una chica rubia, talentosa, con actitud inocente y sensual, reunía las características perfectas para convertirse en The American Sweetheart.
La cantante, que comenzó siendo la artista soporte de bandas como N’sync, se fue ganando su propio lugar en la industria musical a medida que sacaba discos y lanzaba nuevos videos musicales con un gran despliegue coreográfico y producción.
Protagonizó una película (Crossroads), cantó con Michael Jackson y con Madonna (con quien también filmó un video), ganó premios Grammys, MTV Video Music Awards y rápidamente recibió el título de Princesa del Pop.