Beto Casella se luce como conductor todas las noches de Canal 9 en Bendita, un programa ya histórico de la señal, que lleva 16 temporadas ininterrumpidas. Pero hubo una noticia de su círculo privado que le generó mucha tristeza: en diálogo con Ángel de Brito para Los Ángeles de la Mañana, conversó sobre la actualidad sociopolítica de la Argentina y develó que su hijo Franco se va del país. La idea de estar lejos de su hijo, comentó, le genera mucha tristeza: "Yo no tengo forma de motivar a mi hijo, que piensa irse a probar suerte afuera. A mí me rompe el corazón, ya tiene pasaje y todo".
Casella detalló que el destino elegido por Franco es Estados Unidos, aunque no pudo precisar con exactitud en qué ciudad va a alojarse porque su hijo no lo tiene definido: "Todavía no lo tiene todo definido en cuanto a dónde quedarse porque a veces hablas con alguien para ver si puede darle un laburito temporario. Quiere ir a estudiar, va a ir a perfeccionar el inglés y estudiar otra carrera, que es una forma de conseguir una visa de estudio”, reveló.
De Brito quiso saber más sobre la reacción que tuvo el conductor de Bien Levantado (lunes a viernes de 9 a 13, por radio Continental):“¿Qué te pasó cuando te lo dijo? ¿Era algo que venían charlando?”. Y Casella comentó que fue una decisión personal no congeniada con él y "no lo veníamos charlando": "Al principio me quedé congelado, obviamente con la madre le ofrecimos absoluta libertad para decidir lo que quisieran y elegir la carrera que quisieran. En esto también tenés que desear que le vaya bien y preguntarle en qué podés ayudarlo. Íntimamente creo que, si fuera a terapia, y me rasca un poco el terapeuta, quiero que lo deporten al mes y lo manden de vuelta”, respondió Casella, risueño pero con sinceridad.
Su relación con su hijo Franco
Casella, además de Franco, es padre de John Paul, y detalló su relación con ambos: “Yo soy bastante pegote con los dos, con Franco estamos casi diariamente juntos, tomamos cafecitos, charlamos de la vida, de fútbol y de música. Pierdo un compañero del día a día y esto se debe replicar entre miles y miles de familias que ven que sus hijos se van, y sabes que, en un punto, uno no quiere ponerse melodramático, pero capaz no los ves más. Viajan, se ponen de novio y encuentran un lindo trabajo”, explicó. "Uno nunca se prepara para que el hijo parta, sí para que le vaya bien, pero no para que se vaya lejos y no poder comer más un domingo. En mi caso es doloroso, lo que te pasa adentro a vos en el estómago es fuerte", concluyó Casella.