En tiempos de virtualidad y poca movilidad debido a la pandemia, algunos tipos de estafas afloran. Entre ellas, últimamente se puso de moda el vishing, un tipo de fraude en la cual el atacante se comunica con la víctima, ya sea telefónicamente o por mensaje de voz. En esa llamada, el atacante se hace pasar por otra persona o institución con el objetivo de conseguir datos personales o credenciales de acceso a una cuenta de la víctima.
El término vishing contiene dos conceptos provenientes del inglés: voice, porque se usa la voz del atacante para el fraude, y phishing, la denominación de las estafas basadas en la suplantación de identidad. De esta manera, el vishing está basado en técnicas de ingeniería social, como se denomina a la práctica de obtener información privada a través de la manipulación del usuario. En Argentina, en el último tiempo se reportaron denuncias de esta clase de estafas telefónicas en la cuales los criminales se hacen pasar por abogados del Ministerio de Desarrollo, asegurándole a las víctimas que tienen a disposición un bono para cobrar.
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La dinámica más usual para esta clase de fraudes comienza cuando el atacante llama a su víctima y le informa que está en condiciones de recibir un beneficio para el que le dan un código numérico. Posteriormente, otro atacante en una segunda llamada le explica que para recibir el supuesto beneficio, la víctima debe acercarse a una sucursal bancaria e ingresar el código que se le brindó en la comunicación anterior.
Lo que sucede es que el atacante guía a su víctima como para que esta modifique sus datos de ingreso a su cuenta bancaria con el código que supuestamente les daría el beneficio. De esta forma, los cibercriminales ya logran acceder a la cuenta del estafado. En diversas ocasiones, los malhechores piden importantes préstamos a las instituciones bancarias a través del home banking y se transfieren el dinero a cuentas propias, dejándole la deuda a la víctima.
Claro que no se trata de una estafa novedosa, ya que sin ir muy lejos se reportaron varias del mismo estilo el año pasado en Argentina, donde estafadores se hacían pasar por empleados de Anses que querían "ayudar" a cobrar el IFE. Por la importante cantidad de víctimas de esta clase de fraudes, el portal gubernamental argentina.gob.ar emitió un comunicado hace menos de un mes alertando de estas situaciones. Además de explicar que se habían realizado presentaciones judiciales, el comunicado confirmaba que desde el Ministerio no se solicitan datos personales ni bancarios por llamado telefónico, mail, WhatsApp u otros servicios de mensajería. Desde los bancos privados también suele alertar que ellos nunca piden información confidencial por ninguna vía.
Dónde denunciar casos de vishing o estafas de este estilo
- Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia - (UFECI): Teléfono: (5411) 5071-0040
- Fiscalía de CABA. Equipo Especializado en Delitos Informáticos: Teléfono gratuito: 0800-333-47225
- Dirección Nacional de Protección de Datos Personales: Teléfono: (54-11) 2821-0047
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