Los neumáticos del auto, uno de los elementos clave de un vehículo, requieren un mantenimiento adecuado para garantizar la seguridad en la conducción y optimizar el gasto a largo plazo. A menudo se subestima la importancia de cuidar los neumáticos, pero hay un sencillo truco que puede prolongar su durabilidad y asegurar una conducción segura en las carreteras.
Más allá de que el andar diario produce desgaste en las ruedas, siempre es posible tomar algunos recaudos para proteger el vehículo y evitar lo mayor posible el desgaste. Existe una técnica muy difundida que se puede realizar en pocos y simples pasos y que permitirá ahorrar mucho dinero, al menos por un tiempo, ya que se extiende el tiempo hasta comprar nuevas cubiertas.
Cómo funciona la técnica para extender la durabilidad de los neumáticos
El desgaste uniforme es fundamental, ya que los neumáticos delanteros tienden a desgastarse más rápidamente debido al peso del motor y la dirección. La rotación y cambio de neumáticos aseguran que el desgaste sea más equitativo, prolongando así su vida útil. Este simple gesto también tiene un impacto en el ahorro a largo plazo, al reducir la frecuencia de reemplazo de neumáticos, lo que a su vez significa un ahorro de dinero. Además, al optimizar la eficiencia del combustible gracias al mejor rendimiento de los neumáticos, también se producen ahorros en costos de combustible.
Es indispensable prestar atención a los problemas de conducción y mecánicos. Mantener tanto buenos hábitos de conducción como una correcta revisión mecánica, además de elegir productos de calidad de marcas confiables y adecuados para las necesidades específicas de manejo, resulta fundamental.
En conclusión, el cuidado de los neumáticos es crucial para la seguridad y el desempeño general del vehículo. La rotación y cambio de neumáticos cada 20.000 kilómetros representa un sencillo pero efectivo truco para prolongar la vida útil de los neumáticos, mejorar la capacidad de manejo y tracción, ahorrar dinero y llevar a cabo un mantenimiento preventivo.
Trucos para potenciar el aire acondicionado de tu auto
El boom del aire acondicionado llegó para quedarse, y es un aliado indispensable en los meses de verano cuando las temperaturas alcanzaron su punto máximo. La comodidad e incluso la seguridad al viajar en un automóvil se ven afectadas por la efectividad de este sistema, así que es crucial conocer algunos consejos para maximizar su rendimiento.
Al ingresar a un vehículo expuesto al sol o en un día especialmente caluroso, es común cometer el error de encender el aire acondicionado al máximo de inmediato. Sin embargo, este impulso puede causar un sobre esfuerzo en el sistema y aumentar el consumo de combustible. Una alternativa más eficiente es bajar las ventanas durante unos minutos para permitir que el aire caliente salga y se genere una corriente de aire exterior. Incluso mencionaron la "técnica japonesa" que consiste en abrir y cerrar la puerta del conductor mientras se baja la ventanilla del pasajero para acelerar el enfriamiento del interior.
Una vez realizada esta ventilación inicial, activar el modo de recirculación permitirá que el sistema de aire acondicionado funcione más rápido al no tener que enfriar aire nuevo. Sin embargo, el siguiente error común es establecer una temperatura demasiado baja de inmediato en un intento de enfriar el habitáculo rápidamente. Expertos recomiendan mantener la temperatura entre 21 y 23 grados, ajustándola según el número de pasajeros presentes. Incluso sugieren apagar el aire acondicionado cuando no es necesario para evitar sobrecargar el sistema.
Otro consejo poco conocido pero de sentido común se refiere a la posición de las salidas de aire. En lugar de apuntarlas hacia el centro o hacia los ocupantes, dirigirlas hacia arriba permitirá una distribución homogénea del aire frío en el interior. Finalmente, al terminar un viaje, es preferible apagar el aire acondicionado unos minutos antes de apagar el motor del automóvil. Esto no solo protege la vida útil de la batería, sino que también evita la acumulación de humedad en los conductos de ventilación, previniendo así problemas y gastos innecesarios.
Mantener los filtros del aire acondicionado limpios es fundamental para garantizar un flujo de aire adecuado y una refrigeración eficiente. Sustituir periódicamente el filtro de polen es clave para evitar obstrucciones que afecten el rendimiento del sistema. También se recomienda una revisión profesional del sistema de aire acondicionado cada dos o tres años para asegurar su correcto funcionamiento, incluyendo la limpieza de conductos y el compresor, lo que sin duda contribuirá a maximizar la vida útil del mismo.